AQUEL VIEJO PROPÓSITO

Hace un año, en tu lista de propósitos escribiste… ”hacer ejercicio”, “dedicarme más tiempo”, “disciplina y constancia”. Hoy, estamos casi por acabar el año y tal vez esa lista de propósitos quedó en algún cajón, tal ves se quedó pegada en el refrigerador en esa esquinita donde no la ves para no sentirte culpable de que sigues en deuda con esos propósitos o quizá misteriosamente esa lista desapareció por completo de tu vista.

A finales del año pasado escribías ilusionada y muy motivada todos aquellos propósitos que deseas cumplir, te inspiran y estás segura de que mejorarán tu versión, esa versión que muy dentro de tí sabes que existe pero el cansancio, las millones de obligaciones y los miles de compromisos no te han dejado cumplir, no te da la vida y aunque tienes muchos proyectos de vida y un gran deseo por cambiar eso que no te gusta, el tiempo, el cansancio y la rutina diaria no te han dejado enfocarte en esas metas.

Créeme a todos nos pasa y bueno si eres mamá y sientes que en estos momentos de tu vida no hay un espacio para ti, para atenderte, reencontrarte y resurgir, no eres la única, por lo menos puedo asegurarte que yo me he sentido igual.

Nuestros hijos crecen tan rápido, parece que el tiempo fuera una ola enorme que quiere devorarnos y desaparecernos entre sus grandes movimientos. Te levantas temprano todos los días, haces loncheras, das desayuno, correteas a los niños para lograr salir a tiempo. La mañana se escurre como agua de tus manos, el día está lleno de deberes, compromisos, pendientes y para cuando la noche nos sorprende, al acostarnos sólo podemos pensar: tal vez mañana lo logre.

Tal vez el próximo lunes organice bien mi agenda y comience a hacer ejercicio, también compraré comida nutritiva y comenzaré a comer sano para ver si logro bajar unos kilitos.  Sé que de verdad lo anhelas, estoy segura que incluso de pronto el tema del peso y la salud puede ser incómodo y cada que pasa más tiempo sientes que más alejada estás de esos propósitos que escribiste entusiasmada hace casi 1 año.

Siempre éstas a tiempo, aún puedes comenzar, incluso si mañana no lo haces, pasado mañana también estarás a tiempo y ¿sabes algo? Tú tienes el poder de cambiar ese tema de ser “incómodo“ a que sea un check en tu lista de propósitos.

Te entiendo, cuando tienes a tu cuidado a personitas que dependen 100% de ti, sientes que no puedes desenfocarte de tu papel ni un segundo ¿no es así? Tal vez tú como yo, sientas que pudiera ser egoísta dejar un rato a lado tu papel de mamá para meterte al papel de “mujer”, de “individuo”, pues en realidad cuando tratas de visualizarte hoy por hoy te ves en combo, vienes en paquete siempre con tus pequeños.

No estás sola, no eres la única y tal vez pienses que no tiene caso hacer mil y un malabares para lograr llegar a esa clase de yoga, pilates o al gimnasio, si mañana no sabes si podrás hacerte el tiempo.

TIEMPO HAY y pasa rápido, en unos cuantos años tus hijos no necesitarán tanto de ti, podrás fácilmente hacerte espacio, pero la vida es tan incierta que hoy tienes salud y todo para poder cuidarte y hacer ejercicio, igual mañana no se sabe.

No podemos dejar nuestros sueños y propósitos para después, porque “después“ podría ser nunca, o podría ser muy tarde.  Si hoy abres los ojos, tienes la dicha de estar saludable, entonces ¡YA ES TIEMPO!

No se trata de buscar tener el mejor cuerpo, ni si quiera de fijar tu meta en números y medidas.

Se trata de encontrarte, de quererte y atenderte, de acostarte por la noche segura de que así cómo cuidas de otros, también cuidas de ti.

Se trata de dejar salir tus miedos, complejos, incluso aquella situación de la que no hablas con nadie y te causa dolor, de sentir que eres tu versión más fuerte y la versión renovada, en la que sólo tú tienes el control, porque todos tenemos batallas, todos nos rendimos al tiempo tratando de sacar lo mejor de él.

No hay día perfecto o ideal para comenzar con aquello que te prometiste, ese día no llega y tu espera se volverá eterna.

Tú decides cuándo es tu día ideal, y es ese que, aunque te haces titubear, lo haces tuyo con tu decisión y acción.

Tú también necesitas cuidarte, tú también eres importante, tu salud también importa porque sin ella ¿quién cuidará de ellos?

Ámate, busca tu tiempo, logra un reencuentro contigo misma, dale check a esa lista de propósitos empolvada en un cajón, siempre has tenido lo necesario, CREE EN TI.