Por Jacinta Monteverde
¿Será que la felicidad está de moda? ¿O acaso hemos llegamos a un punto en nuestra vida en donde comenzamos a cuestionarnos sobre este tema? No recuerdo que en mi niñez me haya preguntado si era feliz, simplemente vivía día tras día disfrutando cada momento, que como cualquier niña, mis días podían llegar a ser algo dramáticos pasando de las lágrimas a las risas, de pelear con mi mejor amiga o mis hermanos a estar trepada en un árbol en búsqueda de aventuras. Creo que en general tuve una infancia feliz.
Yo me pregunto entonces en qué momento de mi vida comencé a preguntarme si realmente era feliz o dónde se encontraba esta joya de la que todos hablaban. Llama mi atención que cada vez existen más libros y películas que tratan sobre el tema, que parece ser uno de los más populares del momento.
Observo a la gente, muchos afirman que la felicidad está dentro de cada uno, otros la encuentran en el exterior, otros en lo material y la moda, otros en el yoga, la meditación o el ejercicio. Otras personas en lo social, en su trabajo o en sus pasatiempos, en la maternidad, o bien en la autonomía, la soltería, los viajes, los libros, otros en la familia, la ecología…. Definitivamente cada cabeza es un mundo, la felicidad es algo muy subjetivo; no tiene que ver con la posición social ni económica de las personas, sino en la actitud que tenemos ante la vida y el enfoque que le damos a este mundo.
A veces confundimos la felicidad con el éxito, los medios y el consumismo nos hacen creer que ahí se encuentra, sin embargo en consulta me he topado con personas “exitosas” que se sienten cada vez mas vacías. La felicidad no es un estado estático, está en continuo movimiento, puede potencializarse o bien pasar desapercibida según las circunstancias que se nos presentan.
Caí en la cuenta entonces que el mayor cuestionamiento de mi felicidad llegó con mis mayores sufrimientos, con los momentos más difíciles que me han tocado vivir, acompañando a mis más profundas tristezas, ahí, escondida tras las lágrimas y tratando de salir se encontraba la felicidad.
Mi vida es una montaña rusa de emociones, tengo altas y bajas; explicarla como un estado de totalidad me causa frustración, así que empecé a definirla como la suma de esos pequeños momentos de adrenalina que hacen que el corazón se acelere y que la sonrisa se muestre sin esfuerzo, junto con esos instantes de tranquilidad y paz, abriendo los ojos, tratando y decidiendo que esos momentos predominen mas en mi vida.
Entre mas adultos somos mas experiencias tenemos tanto buenas como no tan buenas, buscamos explicaciones a las cosas que nos suceden y creo que es la razón por la cual la felicidad esta de moda no por la época en que vivimos sino por la etapa en la que nos encontramos, definitivamente una moda que se quedará para siempre.