Por Daniella Monarez
Todas hemos escuchado a la mamá preocupada por la salida al recreo de los niños en época de frío, o incluso, hemos sido esa mamá.
El miedo al frío está fundamentado en el aumento de las enfermedades respiratorias en el periodo invernal, el cual a pesar de que si tiene algo de razón, no es totalmente cierto.
El sistema respiratorio cuenta con una serie de mecanismos de defensa que ayudan a protegernos y así evitar enfermedades, éstos inician desde la entrada de aire al cuerpo ya que la nariz con sus pelitos tienen la importante función de calentar el aire que entra, además el resto de las vías respiratorias está recubierta por una capa interna de cilios, que son una especie de minipelitos que al moverse hacen que las partículas extrañas que lograron entrar fluyan hacia boca para ser deglutidos o expulsados al toser.
El moco también tiene una importante función que es la de atrapar microorganismos, partículas y patógenos para luego ser expulsados con ayuda de los cilios por medio de estornudos. Y finalmente la epiglotis y cuerdas vocales forman una compuerta que impide que se aspiren secreciones hacia tráquea, bronquios y pulmones.
La creencia continúa siendo que el frío enferma, una simple explicación podría ser que en época de frío o lluvia, estamos más tiempo encerrados y el convivir muchas personas en una sola habitación, como una recámara o salón de clases hace que los estornudos nos alcancen al estar todos juntitos.
Sin embargo, el frío si tiene un efecto en el cuerpo, y es que enlentece el movimiento de los cilios, por lo que el moco se queda más tiempo, lo que produce más tos y más molestias. Así no es que el frío haya hecho que los virus invadan nuestro cuerpo, en ocasiones, el presentar éstos síntomas solo es nuestro cuerpo intentando defenderse.
Aunque hemos visto que no hay una relación causa-efecto de frío y enfermedad, no significa que debemos dejar de protegernos a nosotros mismos y a nuestra familia. Aquí dejo unas recomendaciones generales: aplicar la vacuna de la influenza, aumento en el consumo de líquidos, ropa adecuada para el frío, y sobre todo, en caso de presentar algún síntoma acudir con el médico, nunca automedicarse. Y por favor, que los niños si salgan al recreo.