Por Laura Prieto
Ser madre es una tarea hermosa, amo despertar con mis hijos y sentir sus cuerpitos dándome abrazos de puro amor. La maternidad es impredecible, en estas fiestas de fin de año, por ejemplo, mi niña pequeña sufrió un terrible resfriado que me impidió festejar, lloraba y se quejaba tanto, que recurrí a herramientas hermosas y efectivas que vale la pena compartir.
Soy tatuadora desde hace 16 años, instructora de yoga desde hace 10, y madre desde hace 6, gracias a mis profesiones soy una madre calmada y creativa. Hoy les hablaré de cómo estas tres cosas que me definen, tatuadora, yogui y madre, me ayudan a llevar una maternidad consciente.
He tatuado muchos OM, es uno de los mantras mas sagrados de las religiones dharmicas como el hinduismo y budismo, simboliza la unión con lo supremo, la combinación con lo físico y espiritual, es la sílaba sagrada y el sonido del que emergen todos los sonidos, estéticamente escrito es muy bello, auditivamente es un dulce para el oído. Lo he tatuado y en yoga lo he practicado.
Diversos estudios demuestran que el mantra OM tiene un poderoso efecto sobre la glándulas pineal y pituitaria, así como también su vibración limpia y purifica todas las capas del cuerpo, y bueno, es ideal practicarlo antes y después de yoga, también para calmar la ansiedad, o hacer fluir mas rápidamente el torrente sanguíneo, depende de ti y como lo practiques. En mi caso, como madre, lo utilicé para calmar a mi bebé durante su primer gripe, ella comenzó con tos nocturna y fue empeorando, se quejaba y lloraba por la congestión nasal, la arrullaba interminablemente por las noches y no podía ponerla en la cama, supongo porque la congestión que le incomodaba tanto que prefería estar en posición vertical. Es una niña orgullosamente embracilada, pero verla llorar en las noches y cargarla sin fin, merman el descanso de cualquier madre. La cargaba, mecía, amamantaba y paseaba por la casa, solo duraba intervalos cortos durmiendo y volvía a toser y llorar por el dolor de garganta y el catarro. Como saben es muy difícil calmar a un bebé que no sabe decir qué le duele. Y ahí estaba en medio de la segunda noche de malestar con mi bebé quejumbrosa, cuando recordé los efectos benéficos que tiene el OM en el cuerpo, y, como ella se la pasaba pegada a mi pecho según mi lógica la vibración pasaría hacia ella, así que en medio de su llanto empecé a cantar, y a los pocos segundos su llanto fue cediendo y se quedó dormida, fue increíble, y así lo hice, cada que despertaba incómoda, le cantaba el mantra y se calmaba, se dormía o simplemente dejaba de llorar, fue asombroso como reaccionaba positivamente. Al día siguiente mi esposo empezó a usarlo y surtía el mismo efecto, la calmaba, me sentí tan feliz y agradecida, afortunadamente, como todo resfriado sólo duró tres días, pero me ha dejado una herramienta más para lidiar con los malestares de mis hijos. Se los recomiendo ampliamente, los calma a ellos y te calmará a ti.
¿Y tú, has usado mantras para calmar a tus hijos? No estás sola.