Por Liliana Mendoza
Hace unas semanas mi mamá sufrió una caída que le afectó la rodilla, gracias a la buena operación que le realizaron puede dar pasos pequeños, sin embargo, el doctor le recomendó que usara un andador como “protección de la gente”, es decir que la gente al ver un andador andará con más cuidado, tomarán más precauciones si están cerca de ella y andará con más seguridad.
Pensé en una analogía del andador con poner límites, ¿qué tal si todos anduviéramos con un andador imaginario? Ese andador nos protegería de la gente, nos ayudaría a andar más seguros.
En el último año he aprendido mucho sobre poner límites en mi vida. Usualmente “adaptaba” mis límites para ajustarme a mis relaciones ya sea familiar, de amistad o pareja. Ahora entiendo que los límites hablan más sobre uno, sobre la relación con uno mismo y tus propios valores y que no deben ser cambiantes.
Te comparto unos tips que me ayudan a seguir poniendo límites en mi vida (es una tarea permanente y diaria).
- No poner límites es una señal de problemas de autoestima: Esto me describía perfectamente, pero todo tiene solución, el primer paso es admitirlo, muchos desconocemos cuales son nuestros límites o que estamos dispuestos a permitir y que no. Es importante conocernos. Los límites son una representación del respeto que nos tenemos.
- Definir cuáles son tus valores personales: Mark Manson en su libro, The subtle art of not giving a fuck dice que te hagas dos preguntas, ¿quién eres? Y ¿a qué le das valor?, analiza con qué te sientes cómodo y que te incomoda. Por ejemplo en lo personal, valoro mi tiempo con mi familia, en comidas familiares procuro no tener el teléfono a la mano, para dedicar tiempo y mi atención plena a ese momento, al tener claro que te importa es mucho más fácil darlo a entender a los demás.
- No puedes cambiar a los demás, entonces, cambia tú: Constantemente cometemos el error de querer corregir y cambiar a los demás, nos enojamos y frustramos. No somos responsables de lo que dicen o hagan los demás, entonces mejor cambiemos como decidimos lidiar con ellos (nuestros actos son nuestra responsabilidad).
- Define las consecuencias cuando alguien pase tus límites, por ejemplo si tienes pareja y uno de tus valores es la fidelidad y te engañan, tu consecuencia es dejar la relación.
- Deja que tus acciones hablen por ti, no tus palabras: De nada sirve hablar y hablar expresando lo que toleramos y lo que no, si cuando llega el momento no hacemos lo que decimos.
La clave es el autoconocimiento y el amor propio, trabajemos en ello habrá muchos cambios en tu vida, ¡prepárate!