Por Cristina Daza
Me encanta cuando me reenvían o me taggean en posts que tengan que ver con maternidad. Así me entero de cosas que están pasando o productos que salieron nuevos y mis amigas actúan como mis curadoras, enviándome temas o artículos de interés para el área. Muchas de mis amigas no sólo no tienen hijos, sino que tampoco trabajan en el área de la maternidad, lo hacen porque son mis amigas y saben que me gusta.
Recuerdo que me decían que sabrás quiénes son tus amigos en las buenas y en las malas… en el embarazo y ahora que trabajo en el área de la maternidad siempre escucho historias de amistades que desaparecen durante esta etapa o cuando nace el bebé. Muchas veces estas historias están acompañadas de desconcierto, nostalgia y dolor porque de por si cuando te embarazas muchas cosas cambian. No sólo física y emocionalmente, también estamos mucho más sensibles y ver a estas amistades partir en un momento que debería ser de alegría para nosotros y quienes nos rodean crea un duelo.
En realidad, las amistades siempre cambian, y mucho tiene que ver con nuestros intereses. Durante el embarazo el bebé por nacer toma prioridad y en el postparto o primera infancia lo hace la crianza, nuestra familia y otros temas relacionados con la etapa que estamos viviendo. Esto no quiere decir que es lo único que nos interesa pero de una u otra forma nuestras amistades se ven afectadas, por siempre o momentáneamente, sobre todo si no son personas o parejas que estén pasando por lo mismo, ya lo hayan hecho y/o puedan entender el proceso por el que estamos pasando.
Para mí no fue diferente, unas se fueron, unas quedaron en el limbo y otras llegaron. Algunas de las que se fueron regresaron o quizás regresé yo con ellas cuando ya pude levantar la cabeza y no estar tan fijada con temas de la maternidad, no sé. Con el tiempo si acepté que no eran tanto ellas, o ellos, sino yo. Porque es tan simple que las amistades son de dos lados y es un vaivén de reciprocidades pero estaba ensimismada, mis intereses eran otros y mis temas en ese momento se enfocaban en cosas que no eran de interés para las dos partes.
Con el tiempo aprendí a aceptar que hay unas que no volverán, o no volverán a ser lo mismo; que hay que esforzarse un poco para mantenerse en comunicación (y francamente en esto soy terrible) y que hay otros temas que nada tienen que ver con la maternidad por lo que intento que el día a día no me absorba y trato de mantenerme informada sobre temas de interés de las personas que quiero mientras descubro que estos temas también entretienen y enriquecen mi alma.
View Comments (0)