Por Dona Wiseman
Si me nombro, tendré que morir. Sí. Si me defino, si me describo, si me identifico, moriré. La vida es movimiento continuo, crisis, cambio, y transformación. Una mariposa pone un huevo. La larva come y come, y luego hace una crisálida y se queda allí adentro. El proceso es necesario para que salga una nueva mariposa. La vida es crecimiento y aprendizaje. Mis creencias sufren constantes cambios. No es lo mismo saber que Santa Claus existe a los 3 años, a saber, a mis casi 63, que el espíritu de Santa Claus es algo que deseo mantener vivo dentro de mi y en mi entorno. Si yo digo que “soy una persona que…” me estoy limitando a existir dentro de una definición que seguramente me costará mucho sostener. Si hoy digo que yo soy una mujer abierta y de mente amplia, puede ser que tenga que forzarme a sostener eso a pesar de mi misma. Quizás no me permito poner límites y soporto lo no-soportable por comprobar que soy abierta.
Al nombrar un concepto incluyo en su nombre toda la carga de connotaciones que esa palabra tiene para mí y, en turno, cada persona que me escucha cargará el término de sus propios significados y sentires. No es lo mismo lo que yo toco internamente al escuchar el término “amor” a lo que tú, o tú, o tú sientes e imaginas. ¡Justo eso! Cuando hablamos de conceptos nos imaginamos todo lo que para nosotros está incluido y excluido en y de ese término. Diversión, alegría, aceptable, rico, belleza, detallista, correcto, aburrido…éstos y cuantísmos conceptos más tienen significados distintos para cada individuo. Incluso hay discusiones eternas sobre lo que es arte y lo que no, sobre si una película es buena o no, y si vale la pena escuchar a tal o cual música.
Cuando uso estos conceptos, no tomo en cuenta que quien me escucha tiene una experiencia distinta a la mía. He escuchado entre hermanos a uno decir que su madre es una santa y a otro decir que más parece una bruja. Mi punto es que nos demos cuenta de que al nombrar o nombrarme limito una experiencia más abierta del concepto o de mí misma. No soy una persona que… Mi comportamiento y mis actitudes no serán los mismos en toda situación. Aún en una situación que es similar o casi igual a otra no será lo mismo puesto que no soy la misma de un momento a otro de mi vida. Dijo Heráclito que un hombre no se baña en el mismo río dos veces, pues no es el mismo hombre, ni el mismo río. Lo que no evoluciona muere. Si me defino y mi definición de mi no se mueve con mis tiempos, no evoluciono. Si me nombro, tendré que morir.