Por Champaca Treviño
¿Cuántas veces te has visto en compromisos, tareas, responsabilidades que NO deseabas llevar a cabo?
En cuántas ocasiones has sentido que tienes el NO en la punta de la lengua, que ya ni siguiera escuchas lo que la otra persona te está diciendo, simplemente te estás preparando mentalmente para tu respuesta, ¡un NO efusivo! Llega el momento de responder, y Ohhh sorpresa, el NO jamás salió de tu boca ahí se quedó, en toda la intención, fue imposible, no lo lograste y con todo el peso en tu cuerpo dijiste, SI de acuerdo. ¿Qué paso? ¡Tanto lo preparaste y de nuevo, no lo lograste! Y ahora te encuentras en un mar de compromisos.
Si tienes que decir SI, dilo con el corazón, si tienes que decir NO, dilo sin MIEDO.
-Paulo Coelho.
Deja de sentirte culpable, en muchas ocasiones es necesario, sano, importante e imprescindible decir NO. Es en muchas ocasiones la base del respeto, la seguridad y auto confianza en ti.
Lo sé, todos hemos cometido ese error, sin embargo, es una tarea diaria el lograr tener ese valor, dejar de perder el miedo, respetar nuestros tiempos, medir nuestros alcances y dejar de generar compromisos que nos aturden ya que no se trata de eso, sino de disfrutar lo que hacemos en nuestro día a día.
Primero necesitamos entender por qué es tan difícil para algunas personas decir que NO.
¿Presión, halago, culpa, miedo? ¿Te suena alguna de estas palabras? Analízate, verifícate, qué sientes al escuchar alguna de ellas.
Créeme, no existe una sola respuesta, puede haber varias, muchas, una suma de todas.
Miedo al rechazo, a la crítica, sentimiento de culpa por no ayudar, por ponerte a ti como prioridad, presión de los demás porque aceptes algo, presión de no sentirse con rechazo por los demás, inseguridad en ti, necesidad de que te acepten aun y a costa de tus propias necesidades, pueden ser algunas razones, y si seguimos analizando podemos encontrar más información; necesidad de ayudar a los demás en todo, querer pertenecer a algo o algún círculo social, miedo a poner límites, la lista es extensa, sin embargo eso es muy personal. La respuesta créeme tú la tienes, como dicen, quieres encontrar una respuesta y tomar una decisión, avienta una moneda e inmediatamente tu mente pensará ojalá que caiga de tal lado, tu inconsciente lo sabe, entiende y conoce perfectamente tus respuestas, sin embargo muchas veces no las queremos reconocer.
Ese sería tal vez el primer paso, tomarse unos minutos para entender con plena sinceridad que te lleva a la dificultad de aprender a decir NO.
Una vez que encontraste o reconociste esa respuesta ahora recuerda estos tips:
- Sé firme en tus decisiones NO es NO, no significa tal vez, quizás.
- Piensa en ti, quiérete, respétate.
- Acepta que no puedes con todo.
- Piensa si te hará sentir bien el responsabilizarte en algo que no quieres.
- Busca tu paz.
- Entrena, ensaya el NO.
- No necesitas disculparte, maneja asertividad no agresividad.
Cuidado, creo que no, no pero, de momento no, quizás después, ojo, estas no son respuestas adecuadas porque dejan abierta la puerta, mejor cámbialo por, te lo agradezco NO gracias, lamentablemente NO puedo, es decir, que tu respuesta no deje opción, ¿te ha tocado la necesidad de repetir en varias ocasiones que NO? Esto es porque la respuesta que das no es la adecuada.
Decir que no te libera para poder decir que sí cuando más importa.
-Adam Grant
Poco a poco, te sentirás libre, con mayor autoconfianza de saber tomar decisiones con criterio. Vale la pena, inténtalo, tomarás el control de tu vida, aprenderás a establecer límites encontrando el equilibrio adecuado entre lo que vale la pena decir que SI y disfrutarlo y en lo que necesitamos tener el valor de decir NO sin sentirnos culpables o desagradables.