Por Laura Prieto
¡La primavera está aquí! Y después de pasar un invierno tan extraño, donde los días gélidos, ventosos, frescos o con granizo, me hicieron pedir paz y añorar la continuidad del clima cálido. Y es que con calor todo fluye mejor, tengo más energía y me encanta ver lo verde de mi jardín, el azul súper intenso del cielo característico de Saltillo, escuchar a los pajaritos que me piden pan y agua y por supuesto, ver el proceso de las mariposas que crecen en los naranjos, ver llegar las mariposas a mi jardín me hace muy feliz, y tatuar mariposas, por supuesto que me encanta.
El primer tatuaje que hice en mi vida fue una mariposa, a mi hermana, un diez de mayo, hace tres lustros, desde entonces las mariposas eran muy solicitadas, por su estética, su colorido, su gracia, son un icono de tatuaje de los noventas y aún hoy, prevalece el amor hacia los tatuajes de mariposa, pero ¿qué significa? ¿porqué nos maravillan tanto?
Cada cultura tiene sus creencias acerca de esta hermosa criatura, pero casi todas concluyen que ver una mariposa es como ver el ciclo de la vida, lo transitorio del tiempo y belleza.
Para los aztecas, las mariposas eran las almas de los guerreros caídos en el campo de batalla y también representaban las almas de mujeres que habían muerto en el parto, para ellos estas eran las muertes las nobles, así que al ver mariposas recordaban a sus seres queridos fallecidos.
Mariposas en el estómago, mariposas en las caderas, las costillas, el tobillo, no importa dónde, pero decídete por esta hermosa criatura y adorna tu cuerpo con una mariposa llena de color, no te arrepentirás.
No estás sola.