Por Dennis Charles
Los padres no tienen ningún problema a la hora de establecer límites, incluso, logran involucrar a los niños en el establecimiento de reglas y normas. El verdadero problema surge cuando estos límites son transgredidos; los padres generalmente reaccionan con regaños, castigos o simplemente no son consecuentes. Los limites transgredidos pueden ser una excelente oportunidad para enseñar a los niños habilidades, siempre y cuando reaccionemos de manera positiva. Aquí te dejo algunas recomendaciones que puedes seguir cuando un límite es transgredido:
- Validar los sentimientos, empatizar y explicar por qué no se puede infringir la norma. Una forma de hacerlos podría ser: “Entiendo que te apetezca mucho saltar (validar sentimientos) y estoy de acuerdo en que es muy divertido (empatizar), pero no podemos saltar encima de las cama porque nos podemos caer y hacernos daño (explicar al niño por qué no se puede infringir la norma”.
- Explicar lo que sí puede hacer y ofrecer alternativas para que sienta que la decisión de escoger la opción correcta la ha tomado el. “Si te apetece saltar puedes hacerlo sin peligro en el patio”. “No puedes lanzar libros porque se rompen y puedes hacer daño a alguien, si te apetece lanzar cosas, puedes coger las pelotas de gomaespuma o los balones blandos, ¿Cuáles prefieres?”
- Reparar el daño causado (si lo hubiera) acordando una solución con ayuda del alumno. “¿Qué podemos hacer para solucionarlo y que la pared quede como estaba?”. “?Cómo podríamos aliviar el golpe de tu hermano?. El niño propone soluciones, tales como limpiar la pared, pedir perdón al compañero, ponerle un curita, etc.
- Reflexionar sobre lo ocurrido y las consecuencias que ha tenido y proponer soluciones para que no vuelva a ocurrir en un futuro. Lluvia de ideas:“¿Qué podemos hacer para que no vuelva a pasar nada parecido en un futuro?”