ME AMO, ME ACEPTO, ME PERDONO

Por Lorena Salas

Cuando indagamos en el vasto camino del perdón a todas aquellas personas que nos hicieron algún daño, nos solemos dejar en último plano como si fuera poco toda esa autocrítica y autocastigo que por mucho tiempo hemos traído a cuestas.

Para perdonar, primero debemos aprender a perdonarnos a nosotros mismos, al igual que ocurre cuando nos amamos y nos aceptamos tal y como somos, con toda nuestra esencia.

Por muchos años me vi luchando contra mí misma, rechazando cada parte de mí, pasándome por alto frente al espejo, suprimiendo todo halago, toda autocompasión, todo amor hacia mí, y eso claro que llegó a pasar factura: alergias, enfermedades, dolores constantes y esos kilos de más con los que he cargado por años.

Hace poco llegó a mí una frase con la que pude conectarme con viejas heridas y esta frase decía más o menos así: “el cuerpo que tienes ahorita es tu cuerpo ideal, es el cuerpo que Dios diseñó para ti desde antes de nacer”. Y entonces entendí que todo lo que tenemos es perfecto, ya que es gracias a nuestro cuerpo que hemos podido abrazar, experimentar toda clase de situaciones e incluso crear vida.

Al hacer consciencia de mis emociones entonces entendí que todo es como debe ser en el momento que debe ser, así que hoy decido amarme, aceptarme y perdonarme por las veces que buscaba inconscientemente hacerme algún daño, por no recordar que cada pensamiento afecta para bien o para mal a cada una de mis células. Hoy abrazo todo lo que soy y todo lo que tengo, mi cuerpo es mi templo que protege mi alma y espíritu.

Hoy decido dejar ir el sufrimiento, vaciar cada vez que pueda mi dolor y llenar mi mente de cosas buenas, pensar que viene algo mejor, que algo ya está en el universo esperando encontrarlo para recibirlo con el mismo amor que me doy. Hoy decido que merezco todo lo bueno de este mundo.

Hoy decido perdonarme por juzgarme tan duro, por ser mi peor enemigo ante el espejo, por desvalorizarme, por compararme con otras personas, por culparme de todo, por abandonarme física, mental, emocional y espiritualmente. Hoy decido poner fin a esto para verme nuevamente como esa niña a la que debo darle amor, atención, respeto y una escucha activa.

Hoy decido amarme, aceptarme y perdonarme por todas las veces que permití que entraran a mi vida palabras u acciones hirientes que no eran más que el reflejo de mis propios pensamientos, por ver como normal algo que no era normal, por aceptar migajas de afecto. El amor está en mí y sólo yo decido darme todo lo mejor que tengo y recibo con brazos abiertos todo lo maravilloso que está por venir.

Lorena Salas

Periodista de profesión y madre de dos, combino también mi pasión por el mundo de la belleza conectándome con cada historia que escucho al hacer lo que me gusta. Amo plasmar por escrito todo aquello que me inspira logrando así proyectar desde lo más profundo de mi alma.

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