Por Lorena Salas
En los momentos en los que atravesamos alguna dificultad, es cuando al fin nos vemos, volteamos dentro de nosotros y nos cuestionamos el porqué de esa prueba, algunas veces parece imposible encontrar la respuesta que quisiéramos, pero es justo ahí en ese instante cuando nos sentimos al borde del abismo, cuando por fin le damos un sentido a nuestra existencia, es ahí cuando finalmente indagamos en nuestro interior para resolver el enigma.
Cuando pensamos en la palabra aflicción, nos viene a la mente una imagen de sufrimiento, dolor, tristeza, angustia, que pareciera que jamás tendrá una parte positiva, pero es todo lo contrario, es tan bueno y necesario experimentar estos sentimientos, que la vida constantemente nos pone a prueba una y otra vez en situaciones donde realmente nos confronta y nos dice “tú puedes con esto, ahora busca el camino para salir de ahí”, aquí entra la bendición detrás de todo lo que pasamos.
Atravesar por una separación me ha enseñado a buscar por fin la parte de mí que había perdido. Y es precisamente durante el tiempo que he llevado mi duelo en donde he recuperado toda esa energía, todo mi ser que había entregado en cuerpo y alma, al fin regresa a mí para poder seguir en pie encontrando un nuevo sentido a mi existencia. Ahora sólo siento gratitud y una libertad plena para decir que soy dueña de mi vida y de mis decisiones, que la otra persona vino a enseñarme mis propias carencias, mi propio abandono, dejé de ser víctima para convertirme en protagonista de mi propia vida.
Sólo en situaciones como éstas que me han marcado, encuentro mi paz y sobretodo la gratitud de todo lo que viví, en el darme cuenta y hacer consciente que no hay culpables en esta historia porque cada uno viene con un núcleo e historia familiar distinta y sin darnos cuenta, por lealtades familiares venimos a repetir los mismos patrones para ser precisamente nosotros quienes rompamos con esto, sólo así nos sanamos y sanamos a las generaciones que vienen: nuestros hijos.
La bendición detrás de cada historia existe, sólo hay que verla desde afuera, quitándonos cualquier vendaje o atadura, eso es lo maravilloso de estar vivos, seguir evolucionando y trascender en cada una de nuestras acciones, finalmente de eso se trata la vida misma, aprender la lección en cada prueba que experimentemos, porque de lo contrario, si te cierras a vivir en el sufrimiento, ahí puedes quedarte eternamente, el cómo sí salir de ahí, sólo está en ti, encuéntralo, yo te aseguro que sí hay luz después de una noche de completa obscuridad.
