Por Dona Wiseman
Hoy, 24 de mayo, es el último día de mi año. Dicen (no recuerdo de dónde viene esto, pero a mí me lo dijo mi muy querida amiga Gela) que los 52 días antes del cumpleaños son para cerrar el año y recoger los frutos. 25 días de mayo más 27 días de abril da abril 3 como el principio de este período, en mi caso. Veo mi agenda y hago memoria. Emprendo este ejercicio porque ayer, 23 de mayo, fue un día de descanso sin habérmelo propuesto. Ah, y llovió en la noche. La lluvia, el viento, el cambio de clima… todo eso me decía que algo se movió, en mí, en todo. ¿Qué puedo recoger de estos 52 días? Prometo solemnemente no recordar en orden. Los últimos días, las mañanas, han sido de sueños muy intensos, con una complejidad digna de producciones cinematográficas. He tenido que hacer mucho esfuerzo por sacudirme el sueño para levantarme. Estoy exhausta. Mañana, aparte de ser mi cumpleaños, es la última función de esta temporada de Perpetuum Misterio, mi tercera participación en teatro local. Después de sacudirme el sueño, pero aún medio dormida, corro el texto de mi personaje en mi mente. A veces me vuelvo a quedar dormida, o me desvío a otro sueño, pero vuelvo a donde me perdí y sigo con el texto. Estoy programando reunión con mi gente(hijos y amigos más cercanos), entonces en estos días hay detalles que atender. Pero, 52 días… veamos.
Tres o cuatro ensayos por semana. Vino Lu a dar masaje yoga-tailandés, con agenda llena. El 5 de abril fue luna llena, entonces el período comenzó en el principio, por así decirlo de manera críptica. Pasé la mayoría de las semanas esperando lentes nuevos y sin poder ver bien, con los ojos cansados y dolor de cabeza, frustrada por el proceso tan complicado. Volví a montar. Programé el trabajo de Sergio acá en Saltillo. Se gestó una idea entre tres mentes afines, más bien son varias ideas. Oficié una boda espiritual y una despedida a un fallecido. Respaldé la compu y el celular. Sigo sin entender lo que sucede con Huawei y así. Y paso algo de tiempo rebotando en mi mente lo que otros reportan de política, ecología, cambio climático, y si el mundo está mejor o peor que antes. No he comprado las hojas de rotafolio. He tomado un par de días libres. Tengo programadas unas mini-vacaciones combinadas con junta de trabajo…pronto. He contemplado algunas de mis relaciones, y a veces no logro entender lo que quiero. En otros casos sé que tal amistad la quiero así por mucho tiempo aún. Tomé un taller de dirección actoral, así que agárrense. Tengo varios proyectos que sé que tengo que desempolvar y dedicarles el tiempo y el esfuerzo que merecen. Me he reunido con amigos. La música me ha reconfortado, como siempre. No tuve vacaciones de Semana Santa. Bueno, acompañé a mi hija a una cabaña. Jugué futbolito. Sí, hubo vino tinto de por medio. Contraté una obra de teatro que se presentó en mi patio. Coordiné una mesa de trabajo en la FILC. Acompañé a una amiga en la presentación de su libro. He decidido con quién estar, cómo y cuándo. He dicho muchos “no”. He escogido a quién deseo que esté conmigo en ciertos eventos, y me he quedado con el deseo de la presencia de ciertas personas. Me he agarrado fuertemente a las relaciones que me sostienen. Pablo cumplió 2 años. El amigo que está remodelando mi casa me ha dejado el trabajo medio tirado (por cosas válidas que realmente entiendo, pero ya quiero avanzar). Cada día me vuelvo más directa. Ya sé que no hacía falta, pero así ando. No he hecho la cita de seguimiento con el cardiólogo (soy hipertensa, lo cual no es sorprendente). Encontré un nido entero vacío tirado en la calle después de que la CFE vino a cortar ramas de árboles que estorbabas el cableado (entiendo el porqué, pero sí fueron un poco bestiales). Mi coche requiere afinación. Logré reubicar a los gatos bebés antes de que se replicara la selva gatuna que a veces se ha formado en mi patio y lavandería. Tuvimos la penúltima sesión de formación en Gestalt de la segunda generación. Vi el musical In the Heights, y me complace mucho ver la calidad de trabajo que se está haciendo aquí en Saltillo. Leí poemas míos en el Brindis Bohemio Fest(después de salir de función de Perpetuum). Llevar la voz y el porte de Bonifacio VIII a mi propia poesía me dejó asombrada. Por fin leí los poemas en la voz en que los escribí. Evidentemente el papel de Bonifacio VIII en Perpetuum Misterioha sido el enfoque de estos 52 días de cierre. El maquillaje, el vestuario, la propuesta escénica. Verme en ese personaje arrogante, malvado y totalmente ridículo me he permitido ver la sorpresa en la mirada de otros que dicen, “¿Eres tú? ¡Pero si te ves realmente malvada!” Sí. Y se asoma en el trabajo de un grupo pequeño de teatreros justo esa exploración y reconocimiento de la maldad, la sombra, lo que escondemos de los demás en el día a día.
Ahora toca los 52 días después del cumpleaños que son días para proponer lo que sigue. 52: 25 de mayo al 16 de julio. Viene Sergio a trabajar y compartir. Me estreno como modelo. Quizás por fin conozca Cuatrociénegas. Me han invitado a participar en una lectura ambientada. Es posible que participe en un retiro chamánico. Mi hija cumple algo así como 17 años de casada. El grupo de Autenticidad sigue trabajando. Arranca la primera sesión de trabajo de… bueno, será sorpresa, quizás hasta para mí. Mónica vendrá a dar taller de nutrición consciente. Un amigo muy posiblemente vendrá a pasar su cumpleaños aquí. El grupo de formación en Gestalt se graduará. Comenzará el Festival Internacional de la Guitarra. El arte sigue apareciendo en mi vida como un constante, el arte y la psicoterapia. El tema del envejecimiento y las opciones personales, sociales, políticas, económicas y familiares hacen figura. De mayo 25, 2019 a mayo 25, 2020 muchas cosas pueden suceder. Quiero proponer. Así sea.
Y tú… ¿cumples años pronto?