Hay libros que llegan a nosotros por casualidad. No los buscamos, llegan. En el caso de Intolerantes a la fama, publicado en 2011 por la Universidad Autónoma de Coahuila, en la colección Siglo XXI de escritores coahuilenses, fue regalo de un gran amigo.
Enfrentarme a un libro como éste ha sido un reto, porque la influencia que lo respalda no es precisamente lo que leo de forma habitual. Vi la película de “El club de la pelea” varias veces, en mi afán de ser psicóloga, y ni eso me preparó para comprender de raíz o empatizar con la llamada Generación X.
El libro se compone de seis cuentos que cumplen con el propósito de transmitirnos el vacío espiritual que caracteriza a esta generación. El autor, Jesé Avendaño, utiliza diferentes estructuras en las narraciones: desde una historia con un orden numérico y lógico; otra, sin signos de puntuación (que en lo personal no me agrada); hasta una historia dentro de otra historia y una más que solo se compone de un punto final (.).
En lo personal, siento que la finalidad de la literatura es hacernos conectar con otros, sentirnos conmovidos e identificados con los personajes o llevarnos a cuestionar lo que somos o el contexto en el que vivimos.
Aunque estos textos se encuentran lejos de mi forma de ser, logran hacerme reflexionar sobre el sentido de la vida. Mío y de quienes me rodean. Sobre todo, me permiten comprender las consecuencias de una vida sin motivos. Yo lo tengo. Un motivo para vivir (o varios) y un motivo para leer este libro (un amigo).