Por Anagabriela De La Garza Moeller
¡No pasa nada! Una frase que estamos tan acostumbrados a decir cuando pasa todo, en los peores momentos, en los peores dolores. Últimamente me he dado cuenta que inconscientemente cuando algo le pasa a mis hijos ya sea que tiraron un vaso con agua, hasta que si les pegó un niño o se tropezaron, me encuentro diciéndoles “NO PASA NADA” ¿Cómo que no pasa nada? ¡Claro que pasa! Ellos están agobiados o en dolor, están enojados, están sufriendo… ¡SI PASA ALGO!
Creo que esa frase ha sido pasada de generación en generación, con una buena intención pero en realidad no creo que nos haga bien a nadie.
¿Alguna vez has estado frustrada porque tuviste un día de locos, porque diste mil vueltas, sientes que estás subiendo de peso y ni siquiera puedes detenerte a ponerte en forma, y una amiga te dice NO PASA NADA? A mi ya me pasó y la verdad no me hizo sentir bien, me hizo sentir más frustrada y menos entendida.
¿Por qué no mejor cambiamos esa frase por TODO VA A ESTAR BIEN? Y así tu hijo cuando corra a tus brazos encontrará el mismo consuelo pero con una frase que lo haga sentir seguro. Cuando una amiga se desahogue contigo, dile eso TODO VA A ESTAR BIEN, y te aseguro que le darás esperanza de que lo que está viviendo es importante y agobiante pero pasará.
Los invito a cambiar esa frase que estamos acostumbrados a decirles a nuestros hijos, la decimos automáticamente porque fue pasada de igual manera a nosotros.
Demosle importancia a los sentimientos de niños y adultos y apapachemos su corazón.