Por Champaca Treviño
Qué increíble cómo en las vacaciones se vacía el refrigerador, ya no me basta una vuelta al súper cada semana o cada 15 días para solo ir comprando lo que me va faltando.
¿Acaso el estómago dice son vacaciones y se hace grande? Me impresiona que no solo son al mínimo 3 comidas al día o el recomendado 5 pequeñas comidas, son constantes interminables vueltas al refrigerador y además es como ceguera: dicen que no hay nada cuando tienen una gran variedad de cosas.
¿Por qué comes tanto en vacaciones? Le pregunto a mi hijo y me dice que porque trabaja y juega mucho, es como si tuvieran un agujero en el estómago, sin llenadera y lo más increíble no engordan.
¿Cómo hacerle para que tengan un menú balanceado en vacaciones? ¡Me pregunto uno y mil veces! ¡Y más cuando poco falta para esa imperdible visita a los abuelos, soy foránea y una de las cosas que más disfrutan es ir a casa de los abuelitos y esos abuelitos ¡cómo los consienten! Desde que uno llega y dicen, están en mi casa, son mis reglas y mis permisos a mis nietos y donde el menú se convierte en helado, papitas, frituras, comida empanizada, en pocas palabras ¡chatarra! Me estreso y luego me relajo y digo ¿cada cuando hacen esto? Son pocas y contadas las ocasiones que podemos estar allá con ellos que lo mejor es disfrutar el momento, pero indiscutiblemente yo regreso con kilos de más y ellos no.
Pero vuelvo a mi pregunta, ¿por qué esas interminables visitas al refrigerador? Y no, no es ansiedad por comer es verdaderamente hambre, una de las mejores respuestas que he encontrado es la falta de una rutina que los confunde y los relaja.
¿Soy acaso la única madre que ve saqueado el refrigerador en vacaciones, hay alguien que me pueda sacar de la duda’
Y ya no solo es coordinar tiempos de trabajo, vacaciones, clases de verano, campamentos sino también las vueltas al súper.
Y es que realmente le pregunto a los niños qué son las vacaciones y me dicen, descansar, levantarme tarde, jugar todo el día, correr, divertirme y ….comer!!!!!!!
Pero bueno, tranquilas, esa estancia en casa de tus padres, suegros, amigos, en la playa, el rancho o cualquier lugar vacacional no va a ensanchar y crecer los estómagos, se dilatan pero solo momentáneamente. Respira, dejémoslos disfrutar esos días de vacaciones, pongamos más nieve en el congelador, una pequeña temporada no es traumático para el estómago, pronto regresaremos a la rutina, por lo pronto busquemos opciones saludables de snacks, encontrar menús ricos y apetecibles, para esas vueltas constantes al refri, no nos asustemos que el estómago es increíblemente elástico, procuremos mejor enseñarlos a comer sin culpas, sin prisas, sin estrés, disfrutando cada bocado, conociendo diferentes alimentos, probando cosas nuevas, escuchando a su cuerpo para saber cuándo están satisfechos. Y llenemos un poquito más el bolsillo para esas adicionales vueltas al súper porque ese hoy negro que tienen en vacaciones no va a desparecer así que mamá y papá llenen ese refrigerador que¡en pocos días llegamos!