Por Laura Prieto
Cuando nació mi hijo decidí emprender mi propio negocio, sin horarios fijos, y así poder adaptar la maternidad al trabajo, me funcionó muy bien, afortunadamente. Después de 6 años este modelo de negocio ha sido compatible con la casa y la maternidad, es pensar en todo, dejar excelentes trabajos y a mis niños bien cuidados, es una tarea algo difícil pero sí se puede.
Entre tantas cosas que me exige el ser mi propia jefa es ser mi contadora. Haciendo cuentas, me di cuenta que apoyo a otras mujeres emprendedoras como yo, somos tantas las mamás que queremos estar para nuestros hijos y ser autosuficientes económicamente que todo lo que necesites lo puedes encontrar con una mamá trabajadora como tú, en mi caso: ropa, moños, aceites, broches, joyería, servicios de niñera, de limpieza, de planchado, de impresiones, de regalos, pasteles, esponjas, productos de limpieza y hasta fruta cortada para licuados, le he comprado a una mujer emprendedora.
Analizando las finanzas me puse feliz de apoyar a mujeres que quieren empatar, casa, niños y negocio, es un tema que deja mucho a la reflexión, viéndolo de manera positiva, entre todas nos podemos ayudar, ¿cómo?, adquiriendo productos o servicios de tus amigas o recomendadas, apoya los
pequeños negocios, si puedes elegir entre una cadena comercial o alguien que sabes que está luchando para mantener a flote su negocio elige éste último. Si tienes una cita, ¡asiste! Nunca dejes plantada a quien te va a atender, no sabes lo que hizo para estar a tiempo para brindarte un servicio, quizá pagó niñera, quizá sólo trabaja por horas porque al salir de la escuela sus hijos tiene que estar con ellos. Paga a tiempo, no regatees, siéntete orgullosa de apoyar negocios locales.
Mira a tu alrededor, y piensa a dónde va a parar tu dinero, yo, recapitulando, me sentí muy contenta al darme cuenta que adquiero productos y servicios de puras mujeres que son mamás como yo y que son muy emprendedoras y trabajadoras.
No estás sola.
