Por Iliana Cobas Longoria
A lo largo de mi experiencia en el trabajo con personas con autismo y sus familias me he dado cuenta de que todos los padres de familia llegan a consulta con un montón de interrogantes en su cabeza y muchas veces de sentimientos encontrados y ansiosos de que nosotros les demos una respuesta a todas esas interrogantes, sería importante que también los profesionales se pudieran capacitar sobre las alertas que pueden presentar nuestros niños. Es relevante que los pediatras, uno de los principales filtros para la detección, se capaciten para ir detectando posibles alertas, así también como las maestras de guardería, educación inicial, maternal y preescolar.
Qué importante sería para nuestros niños y para la familia que desde el principio de este camino los padres no se sintieran solos, que los profesionales de estas áreas le pudieran dar seguimiento y poder dar recomendaciones de lo que se debiera de hacer para llegar a un diagnóstico. Exhorto a estos profesionales que pueden tener ese primer filtro a ser empáticos con los padres de familia, a no juzgar sino más bien acompañar en el camino. Ya de por si los padres viven un día a día con un gran nivel de stress, como para que, sobre todo las maestras de educación inicial o preescolar, aborden siempre a los papás con quejas en lugar de soluciones (ojo no todas las maestras o profesionales que pueden ser el primer filtro son así hay unos mas muy comprometidos con sus alumnos). Seamos empáticos con nuestros niños.
Todas esas alertas que se presentan y que al principio pudieran pasar por desapercibidas sobre todo con los papás primerizos que por así decirlo no tienen un referente de qué si debe hacer su hijo y qué no, en si no tiene un referente claro de los hitos de desarrollo del niño. Explicaré un poco estas alertas a las cuales los padres deberían tomar muy en cuenta.
A los 6 meses
El niño no sonríe ni hace otras demostraciones de afecto o alegría
Poco o nulo contacto visual
A los 9 meses
El niño no interactúa con los demás a través de sonidos o sonrisas
A los 12 meses
El niño no balbucea
El niño no interactúa con los demás con gestos, no señala ni muestra cosas, no saluda con la mano
El niño no responde a su nombre
A los 16 meses
El niño no pronuncia ninguna palabra
A los 24 meses
El niño no produce frases con sentido de 3 palabras (incluso no logra imitar)
Estos son algunas de las señales de alerta, si tu hijo presenta alguna, es importante a acudir con un especialista para poder llegar a un diagnostico, recordemos el diagnostico solo es un punto de partida y cuanto más pronto lleguemos a él es mejor porque hablaríamos de una intervención temprana
Papá, mamá no estás sola habemos muchos profesionales siempre interesados en estar con ustedes en este camino.