Por Blanca Garza y Vero Barreda
Podemos tener dinero, éxito, amistades, amores, estar rodeado de lujos inimaginables, tener un trabajo encantador, ropa, joyas, coches, ser el alma de cada fiesta, tener salud, pero a pesar de todo esto, quizá no tenemos ni un sólo motivo auténtico para sentirnos vivos. Entonces de qué sirve vivir. Sentirse vivo. Es la clave de todo. Si no te sientes vivo en todo tu esplendor de que sirve lo demás.
Hay días en los que me siento más viva que otros, quizá por las buenas sorpresas, quizá ´por las decepciones que me da la vida, pero cuando llega la noche, me acuesto y al día siguiente cuando me levanto, resurjo con la misma fuerza.
Sentirse viva lo es todo, tener un motivo cada día para sonreír, para seguir a delante y no mirar atrás. Es difícil a veces cuando lo vemos todo negro, pero si buscamos en lo más profundo nuestro, y observamos un poquito nuestra vida, seguro que encontramos suficientes motivos, para sentirnos vivos, y seguir hacia delante.
La única manera de sentirse vivo es siendo fieles a nosotros mismos. No limitando nuestros sueños, ni nuestras metas y aprendizajes. El no puedo no es más que un instrumento de nuestra mente para imposibilitar conseguir la meta. La mente es muy falsa con nosotros mismos, tiene su mecanismo de defensa que muchas veces nos impide avanzar, pero nuestra convicción en las metas que nos proponemos, nuestra capacidad de lucha es la que forma a las grandes personas. Hasta los más valientes tienen miedo, pues sin miedo no se puede ser valiente, y cuando vencemos a nuestra mente, estamos a un sólo paso de construir algo grandioso en nuestras vidas.
Estoy sentada frente a la computadora, pensando en este día, particularmente difícil y complicado, que ya casi ha acabado. No es tan fácil encontrar las palabras necesarias para mostrar cómo me siento, hay días que me cuesta menos, y días como hoy me resulta más difícil ordenar mis ideas. Aun así, sigo sentada con el teclado encima sacando palabras y con cada vez más orden en el caos, en mi caos. Siempre debe ser así. El equilibrio entre el bien y el mal. Dentro de unos minutos me iré a la cama, mañana será otro día, mañana será el comienzo de una nueva historia y quizá mañana sea el día en que todo tenga sentido.
Vuelvo a escucharme decir la frase: sentirme viva. Hoy te invito a que encuentres motivos, a que crees recuerdos, fabriques ilusiones, traces metas, disfrutes de los momentos únicos que ocurren cada día. Presta atención a los detalles. Recuerda que cada persona que pasa a tu lado puede aportarte innumerables satisfacciones si tan sólo dejamos que nos conozcan y ponemos un poquito de nuestra parte. Siempre para desecharlas hay tiempo, pero si desde el primer momento permanecemos cerrados a la sorpresa, jamás recibiremos esa brisa de aire fresco que puede aportar alguien nuevo a nuestro lado.
El Destino es un curioso mensajero, capaz de lo mejor y de lo peor, hay que mirarlo de frente y plantarle cara.
El Destino es nuestro para cumplirlo.
“Nuestra actitud ante la vida no debe depender necesariamente del exterior, sino sobre todo de nuestro interior. Los seres humanos encerramos en nuestro interior toda posibilidad de respuesta y la capacidad de obrar, transformar y crear. De nosotros depende permitir que los acontecimientos, o el estado de ánimo influyan en nuestra conducta. Las situaciones no son, por sí mismas, ni positivas ni negativas. Somos nosotros quienes decidimos.”