Por Laura Prieto
Hace mucho hacía delineados de cejas, ojos, labios, era muy habitual que también los arreglara, llegaban al estudio con cejas mal trazadas, labios despintados, ojos chuecos y cuando les preguntaba de quién era ese trabajo no sabían exactamente quién las había tatuado, era común escuchar “me delineó una señora que viene de Monterrey”, “me tatuó una muchacha que viene de Monclova” y pues a la hora de reclamar no había a quién acudir y debían arreglar trabajos mal hechos. Igualmente ocurría esto con tatuajes corporales, la gente se tatuaba sin saber quién era su tatuador. Entiendo que en aquellos tiempos no había tantos medios de comunicación para investigar el trabajo de la gente, pero hoy me sorprende aún más, porque teniendo tantos medios para obtener información, siga viendo trabajos mal hechos, y si pregunto quién lo hizo, el cliente no tenga idea de quién fue su tatuador. Hoy les vengo a recordar lo importante que es conocer y evaluar a su tatuador y su estudio.
He visto muchísimas publicaciones de “tattoo party”, “piercing party”, gente que te tatúa en bares, boutiques, barberías, joyerías, eventos organizados para estos propósitos, se organizan cócteles y la gente se tatúa, pero deberíamos saber que si es profesional no te va a tatuar mientras bebes alcohol o en un lugar insalubre, porque son lineamientos de la Secretaría de Salud que debemos obedecer (tampoco se tatúa a menores de edad sin permiso de sus padres, embarazadas o lactantes, también esta prohibido perforar con pistola porque no se puede esterilizar).
Imagina el transitar de gente en negocios mezclados con tatuajes. Según instrucciones de Secretaria de Salud, un establecimiento de tatuajes y perforaciones debe de tener zonas asignadas para cada propósito: una recepción, área de tatuar que debe estar aislada, es decir tener paredes o paneles que la separen de áreas en común, igualmente el área de perforación, cada tatuador y perforador debe de tener su estación de trabajo, se debe contar con un área de esterilizado, un espacio adecuado para almacenamiento y posterior desecho de los RPBI (Residuos Peligrosos Biológicos Infecciosos), debe contar con un sanitario que no se cruce con las áreas de tatuaje y perforación.
Por otro lado, el tatuador debe estar aseado, y calificado, debe darte toda la información, resolver tus dudas y miedos, debe preparar la mesa frente a ti y abrir delante de ti todo el instrumental, que debe de estar esterilizado y sellado, debes vigilar que entre cada proceso el área se sanitize. Observa el lugar, ¿esta limpio? ¿huele bien?, ten en cuenta estos pequeños detalles, porque tu proceso implica sangre y agujas.
¿Por qué hablo de esto hoy? Porque lamentablemente he visto muchos tatuajes infectados en los últimos meses, he hecho correcciones, he cubierto cicatrices dejadas por un mal tatuador, he terminado tatuajes que no quisieron terminar, etc. y lo lamentable es que aparte de dejar un mal trabajo la situación se queda sin atención al cliente.
Te invito a que antes de tatuarte investigues dónde y qué te va a tatuar, no te vayas con el más barato o popular en redes, todos, todos subiremos las mejores fotos a las redes, el mejor ángulo del lugar de trabajo, la mejor toma del tatuaje, así que por favor tómate el tiempo de visitar los estudios, de observar las instalaciones, la higiene de tu tatuador y como en los viejos tiempos, pide ver fotos de sus trabajos. Otro punto a considerar es que tomes en cuenta recomendaciones de tus amigos, pero que ya tengan un trabajo en su piel, olvídate del clásico “dicen que tal o cual es bueno y barato” (y que quien lo dice no lleve un trabajo suyo), mejor que tus ojos juzguen y decide. Hoy que tenemos tanta información y medios para obtenerla, es tiempo de que tengamos los mejores trabajos. No estás sola.