Por Alejandra Peart
No se trata sólo de dejar de usar bolsas de plástico o popotes, la situación es más grave de lo que creemos. ¿Estás lista para hacer algo por nuestro planeta y el futuro de nuestros hijos?
En la segunda década del siglo XXI, el reciclaje se había convertido en una palabra clave en prácticamente todos los hogares, y había contenedores de reciclaje en todas partes. Se les dijo a los ciudadanos que hicieran todo lo posible para garantizar que los materiales que se podían reciclar y que una vez fueron destinados a incineradores o basureros se enviaran a centros de reciclaje para su procesamiento adecuado. Pero el reutilizar ciertos productos básicos, en lugar de reciclarlos, no se ha generalizado a pesar de los numerosos beneficios de la reutilización, incluido el ahorro de energía y la reducción de la generación de contaminación.
Es importante saber que las dos primeras de las tres “R” de conservación (reducir, reutilizar, reciclar) son en realidad las más efectivas. La mejor manera de eliminar el desperdicio, por supuesto, es no crearlo en primer lugar. Al reutilizar las cosas, se reduce la cantidad de material que debe enviarse a los basureros o centros de reciclaje. Al reducir la necesidad de que los fabricantes extraigan nuevos materiales de la corteza del planeta, ayuda a reducir los gastos generales de energía y se arroja menos contaminación a la atmósfera y las vías fluviales de la Tierra.
A continuación te propongo algunos consejos para la vida cotidiana para comenzar a reutilizar. Compra cosas usadas, la ropa en tiendas de segunda mano es un buen ejemplo, pero también puedes encontrar otros artículos de calidad, como materiales de construcción, en tiendas de segunda mano. También puedes intentar comprar productos con menos embalaje, como cuando compras a granel. Trata de evitar el uso de artículos desechables como bolsas de plástico y cubiertos desechables. Esfuérzate por mantener lo que ya has comprado en un buen estado para que tires las cosas y las tengas que reemplazar con tanta frecuencia.
Los productos electrónicos como las computadoras a menudo se prestan especialmente bien al credo de “reutilización”. Comparar lo que sucede cuando una escuela u oficina reutiliza 100 computadoras comunes en lugar de reciclar arroja resultados sorprendentes. Si bien reciclarlos ahorra suficiente electricidad para abastecer a 2.75 hogares durante un año, reutilizarlos ahorra lo suficiente como para alimentar 68 familias, una diferencia de 25 veces. En términos de emisiones de gases de efecto invernadero, reciclar las 100 máquinas equivale a sacar un par de automóviles de la carretera durante un año, mientras que reutilizarlos equivale a sacar 48 de ellas.
Existe una diferencia clave entre la reutilización y el reciclaje: la primera es prolongar la vida útil de un artículo, mientras que la segunda implica reprocesarlo en un nuevo material. Claramente, el reciclaje, aunque honorable por derecho propio, es menos rentable. Es posible que necesitemos ser creativo para reutilizar por ejemplo, usar una ventana antigua como marco de alguna obra de arte, peor no importa, si podemos, debemos de poder. Hoy en día, las compañías de calzado incluso reutilizan los diversos materiales en zapatos viejos para construir pistas de atletismo, canchas de baloncesto y más.
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Producir utiliza energía en el proceso. A menudo, la quema de combustibles fósiles es la que produce esta energía. Cuando las personas tiran algo, se envía a basureros donde pueden demorar mucho tiempo en descomponerse por completo. Reutilizar, reducir y reciclar ayuda a disminuir la huella de carbono, las emisiones de dióxido de carbono y el uso de energía, y también limita la cantidad de desperdicios que crean las personas. Estos ahorros pueden ser sustanciales; reciclar aluminio usa solo el 5% de la energía necesaria para refinar el aluminio.
Hoy es más vital que nunca disminuir la cantidad de recursos naturales que se utilizan en los procesos de fabricación, así como fomentar el reciclaje y la reutilización de materiales. Para crear un futuro más sostenible, todos debemos contribuir a hacer un cambio. Si las personas continúan desechando todo sin tener en cuenta estas estrategias ambientales, existen implicaciones sustanciales que afectan nuestra salud, recursos ambientales y sostenibilidad. Adoptar principios clave y educar a los niños pequeños sobre la importancia puede proteger el planeta en el que compartimos… y quizá salvarlo o como lo comentaba hace rato con unas amigas, tal vez sólo nos toquen vivir cosas muy feas como catástrofes naturales devastadoras para nosotros los humanos si no hacemos algo, porque la Tierra seguirá viva muchos millones de años más, los que saldremos sobrando somos nosotros, los mismos que nos la estamos “acabando”.