Por Iliana Longoria
Realmente esta semana tenía pensado de hablar sobre otro tema, pero hoy por la mañana al ver una noticia en el periódico he reflexionado bastante. Tristemente la nota hablaba sobre centros educativos que niegan el acceso a niños con Autismo y tristemente es una realidad que vive nuestro Estado y México en general.
Debo de decir que siento tristeza, frustración entre otros sentimientos porque conozco el peregrinar que viven todas las familias, no simplemente aquellos que alguno de sus hijos tiene autismo o incluso otro trastorno o síndrome. Conozco un muy buen número de familias que han pasado por esa situación, otras tantas tienen miedo acudir a algún centro de educación primero por que la institución puede negarle el acceso o simplemente ponen un montón de excusas y otras tantas escuelas aceptan a nuestros niños diciendo que son escuelas inclusivas cuando no tienen la idea realmente de lo que es la inclusión. Creen que al dar un lugar en el centro educativo ya están cumpliendo como una escuela inclusiva y no es así.
Inclusión no solo es una palabra, la inclusión inicia desde casa tengamos o no tengamos un hijo con autismo u otro trastorno o síndrome, al hablar de inclusión hablamos que todos tenemos los mismos derecho y también las mismas obligaciones así tal cual, si mi hijo en particular cursa con la condición de Espectro Autista el debe cumplir en casa en la medida de lo posible con las mismas obligaciones que sus hermanos, aclaro depende de su edad, funcionalidad, etc. Así mismo en el colegio este chico al tener los mismos derechos en el colegio debe cumplir con la normas establecidas en si la clave sera tratarlo como a cualquier otro de nuestros alumnos siempre siendo el respeto una piedra angular así mismo como las necesidades de nuestro chico que esta pasando por esta transición de inclusión, siempre es preocupante la actitud de colegio y escuelas al excluir y no aceptar a nuestros chicos simplemente porque tiene Autismo y me pregunto por qué no conocer antes a la persona, no olvidemos que este niño o niña no lo define el diagnostico.
Exhorto a todos como sociedad a no etiquetar, esa persona tiene mucho potencial, habilidades, destrezas, areas de oportunidad, fortalezas, debilidades, es como cualquiera de nuestros niños, sabe dar y recibir afecto, necesita aprender no solo sumar restar y todo eso que se aprende en la escuela, tener convivencia con sus compañeros, maestros, al fin de cuentas es un niño como cualquier otro.
Por favor no subestimes a ese niño o niña, mejor es conocerlo, explotar sus habilidades, ayudarlo a cumplir un mundo de retos que tiene, ser una parte fundamental en su desarrollo en todo el sentido de la palabra. Seamos formadores al tener un chico con Autismo en tu aula al final del día terminaras haciéndote esta pregunta quién está aprendiendo más yo como maestro o mi alumno con Autismo pues ahora si tu que estás leyendo este articulo eres un docente te doy la respuesta vas a pasar de ser maestro a ser aprendiz nuestros chicos de Autismo terminan enseñádonos más incluso de lo que nosotros podemos enseñarle. Esto no se trata de aprendizajes esperados, competencias. Esto se trata de la vida misma y de la huella que vamos dejando en nuestros alumnos. Ahora mismo exhorto a los directivos a dar la oportunidad a brindar ese derecho que tienen nuestros chicos de estar en ese contexto escolar, será acaso que en muchas ocasiones niegan el acceso a nuestros chicos por falta de información, ignorancia, miedo a lo desconocido, pues ahora te puedo decir a ti directivo habemos muchas personas dispuestas a contribuir a quitar todos esos mitos entorno al Autismo. Recordemos que el diagnostico no define a nadie. Creo firmemente como me lo dijo un mentor: no te preocupes mejor ocúpate y así mismo lo he hecho esas palabras me han marcado y desde entonces me ocupo de dar visibilidad al Autismo, derribar mitos, apoyar a las familias, capacitar maestros, mejorar la calidad de vida de las personas con Autismo, luchar por una verdadera inclusión, sin pelear por quien tiene la razón si los terapeutas, las familias, las escuelas, sino siendo un equipo ahí está la clave, en ser un equipo porque nuestro motor debe ser nuestro chico el nos debe impulsar y al ser equipo podemos iniciar un verdadero proceso de inclusión, que no sea solamente sea una palabra linda sino que sea una realidad que vivamos día a día y que en un tiempo ya no hablemos de inclusión sino de convivencia, de neurodiversidad y entenderla siempre.
Tú qué estas haciendo desde tu trinchera para la inclusión, esto no solo es trabajo de la escuela es obligación de todos.
