Por Laura Prieto
Hoy en día muchos usamos smartphones, yo, personalmente lo uso como una gran herramienta de trabajo, al estar enlazado con mi computadora puedo coordinar calendarios, hacer diseños, manejar mis redes sociales. Un teléfono inteligente hace que tengas todo en la palma de tu mano: películas, calculadora, calendario, linterna, cámara fotográfica, videocámara, música, libros, videojuegos, étc. Es un gran poder que tenemos en nuestras manos, ya que tener acceso a todo el mundo, estando detrás de una pantalla, puede hacer que fácilmente perdamos el control.
¿Y cómo influye en nuestra vida estar conectados a nuestros teléfonos? Imagina que compraste esa chamarra que tanto querías, te la pones y sales a la calle, te sientes hermosa y muy segura de ti misma, sales a la calle y es un día normal, te gusta tu chaqueta y piensas que fue una buena compra. Pero si cambiamos el escenario y antes de salir de casa, subes a tus redes sociales una foto estrenando tu chaqueta, tal vez recibirás muchos likes y saldrás a la calle sintiéndote muy linda y pensando que fue una buena elección el regalarte esa chaqueta, quizá pienses en los comentarios positivos y, aunque, tal vez no veas a la gente que te elogió, como quiera sientes bienestar.
Veamos cómo funcionamos viendo el mundo a través de las redes sociales. Según la científica Alie Ward, los seres humanos estamos programados para hacer lo que es popular, marcas populares, artistas famosos, tienen muchos seguidores, ser adaptable y seguir a la multitud es para lo que estamos programados, desde que éramos recolectores, entre elegir una fruta saludable, o una fruta venenosa, ante una elección incierta, seguir a la multitud era lo mas seguro entre vivir o morir. Hoy, esto se traduce en dar like o dislike a publicaciones populares, es por eso que hay muchas fotos que se viralizan rápidamente, porque tendemos a seguir a la multitud. Es muy fácil convertirse en blancos de burlas a través de redes sociales, tan fácil que es ponerse detrás de una pantalla y desde ahí agredir, solamente porque no compartes opiniones, no te gusta alguna foto o simplemente no estás de humor. Antes, cuando éramos pequeñas los acosadores se quedaban en la escuela, había forma de evitarlos, hoy pueden entrar a tu vida a través de tu pantalla, ¿en verdad la gente es más mala en línea que en la vida real?
Estudiantes de la Universidad Tecnológica de Chile, llevaron a cabo un experimento, hicieron un vídeo de una cantante interpretando mal una canción, el video sería mostrado a un primer grupo de gente que podría opinar y enviar de manera anónima sus comentarios, y a un segundo grupo que opinaría y calificaría frente a la cantante. El primer grupo fue negativo, agresivo y se burlaron de la cantante, el segundo grupo fue un poco más condescendiente, y la calificó de manera mas amable. Luego, a ambos grupos, para su sorpresa, les hicieron leer sus comentarios frente al grupo de estudio y de la intérprete, el primer grupo quiso cambiar sus comentarios, y se negaba a decir la verdad. Concluyendo que, la razón por la cual la gente decide comportarse mal en internet es algo que los científicos llaman “efecto deshinibidor en internet”. Este comportamiento incluye los siguientes factores: “no me puedes ver, no me conoces, es una broma, éste no es mi yo real”. Esto puede ocurrir fácilmente como se vio en este experimento y nos deja claro que el acoso cibernético ocurre porque es mas fácil lastimar a otro cuando no están frente a ti.
¿Debatirías de forma grosera y a gritos con alguien temas delicados que son trending topic, como migración, aborto, acoso escolar? ¿Insultarías a alguien que está frente a ti? ¿Ridiculizarais a alguien en una situación penosa, pegando por todo el vecindario alguna foto vergonzosa de él o ella? ¿Llegarías a un negocio, sin saludar, y de manera agresiva y solo dirías “info” y al recibir la información te retirarías sin decir si quiera un gracias? ¿No verdad? Porque en la vida real tenemos consecuencias inmediatas, si llegas a un negocio a reclamar de manera grosera es poco probable que puedas llegar a un arreglo, creo que si vieras a una persona vestida de manera poco habitual no te plantarías frente a ella a reírte a carcajadas, fácilmente dicha persona te soltaría un golpe, insultar a alguien que no tiene la misma opinión que tu, también acabaría muy mal.
Nosotros, somos un todo, nos extendemos hacia la casa, el trabajo, la escuela, tus actitudes se extienden a tus hijos. Sé congruente, recuerda que el contenido de las redes sociales es manejado por un ser humano, que tiene sentimientos, al igual que tu, piensa bien, antes de escribir un comentario ofensivo o poner un me divierte o me enoja en algo que sabes que para el que está detrás fue un gran esfuerzo y por favor, evita exponer a tus hijos a tempranas edades a este tipo de ciber violencia.
Seguir, dar me gusta o comentar en redes sociales pueden hacer que perdamos valiosos detalles de nuestra vida real, usémoslas civilizadamente.