Por Laura Prieto
Mi trabajo es ideal, es padrísimo dibujar para trabajar.Desde niña amo crear, es terapéutico llenar de trazos y colores el papel, y ahora la piel. Antes, tenía mucho tiempo para dibujar y pintar, me daba el lujo de pasar noches en vela creando, hoy, que soy mamá, mis desvelos son diferentes, por lo que dibujar en la actualidad es meramente por trabajo. Muchos clientes me piden diseños únicos, desde mangas completas a pequeños cambios en diseños existentes, un gran grupo quiere que su diseño no se repita, por lo que mi trabajo consiste en administrar mi tiempo entre tatuar y dibujar. En los 17 años que tengo tatuando, pocas veces he pedido anticipo para hacer algún diseño, porque la mayoría de mis clientes realmente se quieren tatuar, entonces considero que el diseño se adjunta al precio del tatuaje, pero hoy, estoy considerando cobrar este proceso creativo, ¿por qué? Porque como mencioné en mi columna anterior, es muy fácil interactuar detrás de una pantalla.
Para mí es una gran herramienta poder administrar mi negocio con ayuda de las redes sociales, pero también para clientes potenciales indecisos es sumamente sencillo encargar un diseño y luego no saber de ellos. No son situaciones que sucedan al azar, les cuento como sucede: una persona me contacta, ya sea por teléfono, a través de mi página o por WhatsApp, me platica que se quiere tatuar y me envía ideas de lo que se le ocurre, me explica donde, de qué tamaño y mas o menos para cuando quiere cita, para diseñar me llevo algunos días, ya que generalmente tengo proyectos en fila y porque debo dividir el tiempo entre tatuar y dibujar, entonces les doy un tiempo estimado de entrega para el primer boceto, dichos clientes me preguntan y monitorean sobre cómo va su diseño, en la mayoría de los casos de forma urgente me dicen que ya lo quieren ver, por lo que me doy tanta prisa como puedo, cuando queda terminado lo envío, y les encanta, me felicitan y se emocionan, sigue programar la cita, casi siempre programamos la cita, pero otros, al momento de preguntar para cuándo quieren llevar el diseño a su piel no me contestan, me dejan en visto, y para mi es un sutil “andaba ideando y no estoy seguro de poderme tatuar”.
¿Les pasa en su trabajo?, ¿alguna vez les hacen cita para no asistir?, ¿les separan algún producto que tienen en venta y no lo recogen?, ¿asisten a sus clases muestra gratis para ya no volver? Bueno pues según mi circulo de amistades, desde nutriólogas hasta humildes tatuadoras como yo, hemos experimentado las consecuencias de estos nuevos modelos de atención que para algunos puede ser impersonal y le da la oportunidad a cierta gente de usar tu tiempo sin costo, porque no hablando de diseños solamente, si no desde el tiempo que te toma atenderlos o reservarles un espacio de tu agenda, sea cual sea tu rubro de trabajo.
Si te han dejado colgada con un trabajo, con una cita, curso, una terapia, etc. te quiero decir que no estas sola, lamentablemente tener tanto acceso a información y negocios, nos deja expuestas a mucha gente que no tiene el mas mínimo interés en adquirir productos o servicios. ¿Qué podemos hacer? Desafortunadamente la gente se compromete más, si hay dinero de por medio. El proceso creativo no es fácil, lleva tiempo y esfuerzo, me encanta hacerlo, es parte de mi trabajo, pero mi trabajo cuesta, y este fin de año haré una subasta de diseños pedidos y abandonados, viendo todo por el lado positivo.