Por Iliana Longoria
La semana pasada escribí acerca de la importancia de sumar esfuerzos familia y terapeutas, haciendo un análisis muy concreto me llevó a recordar mis inicios. Hace ya algunos años de eso y puedo reducir ese análisis a 3 palabras: respeto, empatía y tolerancia.
La vida y Dios me dieron la oportunidad de contar con un gran mentor que lo primero que me enseñó fue respetar primero que nada a la persona que presenta esta condición de vida que es de suma importancia, otra de sus enseñanzas fue que la familia siempre tomará la decisión y nosotros seremos guías o acompañamiento en este camino. Por eso el afán de hablar de sumar esfuerzos, porque somos un equipo en este camino, no deben existir nunca rivalidades, desde luego que tenemos el mismo objetivo, la mejora de la calidad de vida de las personas con Autismo y sus familias, ninguna de las partes pueden dar por sentado que tienen la razón absoluta de alguna circunstancia, saber que nos podemos equivocar.
Yo siempre he dicho que si de tus errores no aprendes algo anda mal. Todo en esta vida son aprendizajes, yo terapeuta puedo aprender mucho de la familia y yo también tengo mucho que brindar a la familia y así cada uno saca lo mejor de cada uno y con eso llegamos a la conclusión que ambas partes nos necesitamos y habrá momentos en que alguna de las partes necesite ayuda y eso no es malo si no todo lo contrario. Este camino no es fácil, por eso es bueno hacer una pausa y analizarnos ambos auto evaluarnos no para incentivar la crítica sino que esto siempre traiga una mejora continua y si vamos mejorando pues obviamente le daremos lo mejor a nuestro chico ya sea tu hijo o tu paciente. No olvidemos cuál es nuestro objetivo: ese niño que sabemos tiene la condición del espectro autista pero antes de eso no olvidemos que es una persona, que es un niño, que a veces tendrá días no tan buenos pero otros si serán muy buenos. Hoy quiero alzar también la voz por esas veces que quizá alguna de las partes asuma que es lo mejor para nuestro chico, debemos de respetar a la persona y también sus procesos de adaptación, madurez, aprendizaje, etc… Imagina que a ti te obligan a realizar algo de lo cual no has adquirido las habilidades para llegar a obtener dicho aprendizaje, no debemos sobrepasar la línea de respeto con la parte conductual porque una cosa es respetar y otra son los limites.
Te invito a ser equipo con el terapeuta y viceversa terapeuta te invito a ser equipo con la familia de tu niño, verás los resultados y el único beneficiado será nuestro niño.