Por Champaca Treviño
Víctima, protagonista, el malo de la historia, un papel secundario.
En lo personal me gusta ser la protagonista y responsable de cada uno de los capítulos, comprendiendo que en esta historia de vida que aún no se termina de escribir y que cambia a cada instante, han existido capítulos o episodios que no me han gustado, que preferiría borrar de mi mente y de mi vida, pero que mejor he decidido ser feliz con todos y cada uno de ellos porque a cada uno le debo enseñanzas, me han dado demostraciones de amor, de fe, esperanza, cambio, en los cuales también he estado de valiente, pero también de dramática, a veces graciosa, otras líder, otras solo callada, en unas más de observadora, en ocasiones brillando, otras opaca sin luz, pero nunca quisiera quedarme en el papel de víctima prefiero el del cambio, de aprendizaje, en una búsqueda constante libre aceptando momentos de luces y otros de sombras porque simplemente así es la vida.
En repetidas ocasiones le digo a mi esposo que podría escribir un libro tan interesante sobre mi vida y todo lo que nos ha tocado vivir que posiblemente tendría que estar dividido en varios tomos, alegrías y tristezas, dolores que me han llevado a sentir no solo miedo sino pánico, angustias e incertidumbre, profunda alegría y esperanza, todo tiempo de emociones y sentimientos que claramente entiendo no borraría ninguno, pero eso sí de espectadora en la película, nunca, y si en algún momento tomo el papel secundario, buscar comprender por qué y para qué y volver a retomar el ser protagonista de mi vida, porque como dicen vida solo hay una y aprendiendo a vivirla sin prisas, disfrutando cada momento.
Lo que, si no me gustaría, es estar en el papel de víctima, y oportunidades para tomar ese papel he tenido y muchas, pero ¿que ganaría? Es mejor decidir dejar el dramatismo, entender las heridas que tenemos y necesidades por resolver, es tan sencillo caer en la adicción al drama y al sufrimiento, pero ojo que no se nos olvide la tan real frase “de victima a victimario”.
Nada ocurre por casualidad, olvídate del karma, la mala suerte, la cruz que cargas, cada uno de nosotros somos los creadores de nuestras consecuencias, depende de como actúes, con aprendizaje o con victimización, ojo con tus pensamientos, con tus juicios, etiquetas, necesitamos ser conscientes del poder de nuestros pensamientos y de cómo se reflejan en nuestra vida.
Si en algunos momentos de tu vida has decidido tener el papel de víctima solo trata de analizar, que proyectas, que buscas ganar, ¿afecto, atención alguna otra cosa? es tu vida, solo pregúntate si eres feliz con ese papel, hazlo consciente, tal vez también trae un aprendizaje para ti, es tu responsabilidad salir de ese papel de víctima, solo recuerda que las experiencias más dolorosas son las que tienen más poder de transformación y que por lo general cuando tomamos este papel de victimización es para llegar al sentimiento de culpa, es decir, hacer sentir culpable a alguien más por nuestro dolor.
Liberemos nuestros dolores, hagamos cambios pequeños que nos lleven más fácil a grandes cambios, vayamos paso a paso, no necesitas transformar al mundo, todos tenemos habilidades, redescubre las tuyas y cambia tu propio mundo, logremos ser personas conscientes.