Por Anagabriela De La Garza Moeller
Una de las partes más difíciles con las que me he topado en la maternidad es con la presión social de lo que debes o no debes hacer para cumplir con todos tus compromisos.
Y esque nos enseñan a querer “apoyar” a nuestras amigas presionando de una manera “amorosa” y nos topamos con comentarios que según la mayoría de las personas son “amorosos” pero para la persona que los recibe solo trae estrés, problemas, tristeza, ansiedad y en algunas ocasiones más depresión. Los comentarios más comunes con los que me he topado son:
¿Y por qué no contratas a una nana?
Tienes que salir te vas a volver loca!
Te vas a quedar sin amigas.
¡Déjaselos al papá!
El que mucho se ausenta pronto deja de hacer falta.
De invitar también se cansa uno.
Lo que no pueden ver es que no necesitamos ese tipo de comentarios que lo único que logran es hacernos sentir peor y menos comprendidas.
Puede ser ansiedad postparto, o que simplemente en esta etapa de tu vida no quieres salir y las desveladas prefieres guardarlas para cuando tus hijos se enfermen.
Por otro lado tengo amigas que se encuentran en la misma situación pero de forma distinta y al igual se topan con los mismos comentarios para “apoyarnos”:
¿Ya vas a salir otra vez?
¿A qué hora los ves?
¿Te faltó salir en la juventud o qué?
¿Ya andas de pedota?
O como el caso de otras amigas que me han platicado que a sus amigas les encanta opinar sobre cómo debería ser la relación con su pareja, y si no lo hacen cómo a ellas les parece, lo cual las hace sentir muy tristes, en algunas ocasiones hasta les dicen cosas como:
No te dejes.
No finjas que está todo bien.
Allá tú si sigues así.
Si yo fuera tu… bla bla bla
Aquí no se trata de ver qué lado está bien o mal, aquí se trata de RESPETO, respetar las decisiones de nuestras amigas sin importar si creemos que están bien o mal, con amor y sin JUZGAR, sin decirles NADA.
Entre amigas nos APOYAMOS NO nos JUZGAMOS.
Si te sientes juzgada por tus amigas habla con ellas, si no te entienden, se enojan y deciden sacarte de sus vidas, busca a tu nueva tribu, rodéate de amigas que estén viviendo cosas similares que tu, búscalas, habla, pero jamás llores en silencio porque ¡TU NO ESTAS SOLA!