Por Dennis Charles
Un niño mal portado dentro del salón de clases es un niño desalentado. El desaliento se genera por los sentimientos del niño de poca importancia y pertenencia, los cuales a su vez, crean en ellos, creencias equivocadas e inconscientes de cómo poder alcanzar la importancia y pertenencia, lo que provoca que los niños adopten conductas de supervivencia (conocida como “mala conducta”) en su intento de poder sentirse mejor.
Y ¿qué sucede ante la mala conducta? Los adultos generalmente abordamos lo que es visible, atacamos la conducta del niño; dejando sin atender sus necesidades que son la raíz del problema. Ante la mala conducta adoptamos también conductas inadecuadas con ellos, los regañamos, castigamos, humillamos, amenazamos, etc.; lo que genera más desaliento y más conducta inadecuada.
En un salón de clases, lo más común es aplicar castigos como reportes, puntos negativos, privar tiempo del recreo, mandar a los niños a la dirección y amenazas de hablar con los padres si los alumnos no cumplen con las expectativas. Estas acciones, aunque en ocasiones sí modifican la conducta, no dejan ninguna enseñanza valiosa en los alumnos, al contrario, los sentimientos que manifiestan al ser castigados son negativos.
En lugar de castigar y amenazar, debemos de conectar con ellos. La conexión es la clave para eliminar el desaliento y para permitir que los alumnos adquieran otras conductas que los lleven a progresar, en lugar de sólo sobrevivir. Podemos conectar con los alumnos de muchas formas, desde sentarnos con ellos para platicar y escucharlos, sonreírles, ponernos a su altura, utilizado en sentido del humor, estableciendo acuerdos, dándoles opciones limitas e incluso, abrazándolos.
No debemos tener miedo a conectar con ellos, de hecho, es lo que nuestros alumnos requieren si queremos tener un ambiente positivo y adecuado en nuestro salón de clases, que lleve a los alumnos a adquirir aprendizajes.
¿Quieres saber qué hacer ante la mala conducta de tu alumno? Solo hay una sola solución efectiva y a largo plazo: la conexión.