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AGRADÉCELE A ELLA

Por Dona Wiseman

“Hablar de ternuras en tiempos en estos tiempos de ferocidad no es ninguna ingenuidad.  Es un concepto profundamente político.  Es poner el acento en la necesidad de resistir la barbarización de los lazos sociales que atraviesan nuestros mundos.” 

“La crueldad es el fracaso de la ternura.  En la sociedad actual es un producto del consumo.”

“La crueldad requiere de un dispositivo sociocultural para prosperar.  No es lo mismo crueldad que agresividad, que es parte de la conducta humana.”

“Cada uno cuida su quintita y se incrementa el individualismo.  Este sujeto cruel, que es un sobreviviente, debe instaurar un saber sagrado, sectario y fundamentalista.  Frente a lo diferente reacciona de tres modos:  primero lo excluye, luego lo recusa y, en un extremo, lo elimina.”

“Esto tiene que ver con la toma de conciencia, con advertir en uno la crueldad y no retroceder ante esa tendencia.  El acontecer produce efectos.  Cuando uno toma conciencia, advierte también la crueldad de los demás.  Caso contrario, los hechos crueles nos llevan a la negación y ésta nos conduce a situaciones más terribles, por ejemplo, la negación de la crueldad social.  La muletilla por algo será nos lleva a comulgar con la crueldad.”

-Fernando Ulloa

La inconciencia de la cual acuso a otras es la misma mía.  Hoy leo que personas le desean mal al presidente de EEUU.  Y mientras confirmo que no me parece un presidente digno, no se me da elevar peticiones de su muerte o condiciones terribles de vida.  Leí que una persona deseaba que quedara tan mal que no pudiera jamás ni limpiarse la propia cola.  Si alguien no está de acuerdo conmigo, tendré que destruirlo.  ¿Solo así puedo sostener mi postura?  Parece que soy incapaz de vivir en un espacio en donde hay diferentes pensares.

Ayer (creo que andaba, o ando, muy sensible o algo peor) vi como una facción política ataca a otra, no con argumentos fundamentados ni ideas basadas en opiniones sustentadas e informadas, sino con burla sobre su estilo de vida (una serie de imágenes en donde la sociedad “fifí” – ya con una etiqueta de cualquier forma faltamos a la más básica consideración – se muestran con muñecas Barbie y se tachan de ignorantes e insensibles, burlándose de su estilo de vida y de su visión misma de ella). 

También ayer vi un post que presenta a Rita Levi Montalcini diciendo, “Las mujeres que han cambiado el mundo no han necesitado nunca mostrar otra cosa que su inteligencia.”  Y esto como comparación (y desprecio) a Mon Laferte y su forma de protesta.  Este post estaba antes o después de uno que reza, “Hermosa la mujer que impone su carácter, aún a riesgo de quedarse sola, antes que la mujer sumisa, que aguanta todo por miedo a quedarse sola.”  Y entiendo que la inteligencia también participa en la “imposición de mi carácter”, pero parece que esto implica que hacerlo de otra manera carece de inteligencia.  Y, si digo yo, Dona, lo que pienso, que los posts me dejan con el reclamo, “¡Decide, carajo, sí o no!”, caigo en la crítica hacia el pensar y reaccionar de la persona que postea. Y, para picarle más a mi intolerancia, en el mismo muro (sí, las tres cosas) encontré, enseguida, un post de cosas que debemos agradecer, con una lista de detalles ciertos, pero algo “rosas” (no vivir en zona de guerra, cosas que me alegran, no tener hambre, las personas que me quieren, etc.). 

Yo, por lo pronto, también agradezco la presencia de mujeres que se arriesgan más de lo que yo estaría dispuesta a hacerlo, y menos también.  No sé cuál ha sido la intención de la cantante al mostrarse, y mientras sí cuestiono, TODO, intentaré no interponer juicios, aunque me es imposible.  El juicio está presente.  Dice Ulloa, “Esto tiene que ver con la toma de conciencia, con advertir en uno la crueldad y no retroceder ante esa tendencia.  El acontecer produce efectos.”  ¿Tendré el valor de plantarme ante mi crueldad y no retroceder?  ¿Tendré el valor de permitir los efectos que eso puede tener en mí?

Tengo el deseo implacable de que los seres humanos y el mundo caminemos hacia un mundo menos cruel, más tierno.  Tengo el deseo de que tus hijos y mis nietos miren con ojos distintos a los que hemos tenido.  Tengo el deseo de que las generaciones que vienen vean una sociedad más unida.  Tengo el deseo de que la conciencia nos llegue de madrazo como el espíritu santo a los apóstoles.  ¡Ah, no!  Ya estoy pidiendo demasiado.  Costará.  Brindo por la ternura. 

Dona Wiseman: Psicoterapeuta, poeta, traductora y actriz. Maestra de inglés por casualidad del destino. Poeta como resultado del proceso personal que libera al ser. Madre de 4, abuela de 5. La vida sigue.
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