Por Cristina Aguirre
Anoche tuve un sueño…, suena tonto, pero casi que me levante sudando de la mortificación. ¡Me había gastado lo de los regalos de Santa, justo en vísperas de la navidad!. En el sueño me reclamaba a mi misma una y otra vez como pude haber olvidado algo tan importante, las tiendas estaban cerradas y por más que buscaba en la bolsa… nada… nada…
Y PUEDE SONAR MUY SUPERFICIAL… PERO UNA NAVIDAD PARA LOS NIÑOS SIN REGALOS, TREMENDA TRAGEDIA LA QUE SE ARMARÍA.
Imaginaba el pino vacío y a los niños desilusionados (claro que pensándolo bien, uno que otro si se merece por lo menos un carbón de regalo). Con ganas de hacerlo y grabarlos, aquí nada más por complacer a mi ogro malvado.
En verdad, si fue una pesadilla. Creo que las presiones económicas en esta temporada, no es cualquier cosa. Podríamos disfrutar de esta temporada siendo empáticos con el bolsillo ajeno. O NO.
Hoy quiero dedicar estas rimas a todas aquellas mamás que están haciendo cuentas…
Esperanzada en el aguinaldo
para la compra de los regalos
para mi poca fortuna recordé
que soy mi propio auto-empleado
Y esque en serio ¿¡qué les pasa!?
con esas cuotas de las posadas
no se, si yo lo imagino
o cada día están más altas
A este paso y con tantos gastos
o le bajo al ritmo
o dejo un hijo embargado
¡tranquilo DIF solo estoy divagando!
Que en la cuesta de enero,
las colegiaturas comprendan
que Santa en el trineo
se llevó los ahorros y la quincena
Volviendo al tema de las posadas….
No falta entre los amigos
el ocurrente animado
que quiere hacer sudaderas
termos y hasta dos intercambios
Y precisamente ese amigo
que fijo las altas cuotas
a la mera hora no puede
o nomás lleva las cocas
Que no me toque el de broma,
(Pensaba seriamente esta vez)
Porque tengo tanta suerte
Que el año pasado la caja vacía agarre
Quita esa cara, decían mis amigas
El chiste es que estamos todas reunidas
HO. HO. HO.
Al menos la caja estaba bonita.
Aquí les explico,
que las mamás también
hacemos nuestros berrinches
también queremos regalos
y también nos hacen felices.
Y terminas disfrutando,
entre risas y carcajadas
una porción de tamales,
los frijoles y hasta las rajas
Y así, jubilosa toda la navidad
no falta que en cada ida al súper
algo, algo se me vaya a pegar,
Un regalo, un adorno,
algo, algo… que comprar
¿¡Qué no hay jamón!?
¿¡Qué se acabaron las salchichas!?
¡Mira mi amor, mira!
¡Qué alumbrada nuestra vitrina!.
“Vendo cobijas tejidas a mano”
“Yo hago jabones,
para los pies y las manos”
Y aquí es donde YO reclamo:
¿Por qué no tengo ninguna habilidad?
Pareciera que todos venden
¡Y yo nomas voy a comprar!
Y regresando al tema de los hijos, de sus cartas y del embaucador Santa:
Me encantan sus ocurrencias
y se las felicito
a mi hijo de siete,
se le ocurrió pedirle un rino…
¡Claro mi amor!
tu deseo, será concedido
algún día,
cuando cumplas treintaicinco.
Cuando vi las cartas de mis hijos mayores,
algo algo me lleno de alegría-
jamás, jamás había valorado tanto
que mi pequeña hija aún… no escribía ..
Y viendo lo más importante, es decir el lado agradable:
Qué hermosa satisfacción
ver a la familia reunida,
qué maravilla ver la ilusión
de nuestras pequeñas crías …
Vale la pena lo que se hace en familia,
Vale la pena ver sus caras de alegría
Porque lo que no cuesta,
Es lo que más vale
La familia, los amigos
son un regalo invaluable.