Por Susana Lopez Siller
Desde el mes de septiembre del presente año he tenido la fortuna de estar frente al micrófono en un programa de radio llamada Prensa Universitaria. Ha sido una experiencia que me ha llenado de satisfacción y muchísimo aprendizaje, ya que tengo el honor de conducirlo con una compañera a quien admiro, además de contar con distintos invitados que nos exponen temas y problemáticas sociales desde diversos puntos de vista.
El día de ayer, por primera vez, estuve sola en la cabina por unos momentos mientras mi compañera se apresuraba en el tráfico interminable de las casi ocho de la noche. Estaba muy nerviosa, no sabía bien que iba a decir, ya que siempre es Fer la que comienza el programa y me da pautas para guiarme. “Quizás pueda compartir noticias importantes” pensé. Ignorantemente, a lo mejor. Eran solamente 7 minutos que tenía que hablar sin parar, ¿Qué de malo podría pasar? Recuerdo que comencé a hablar sobre el juicio de destitución de Donald Trump y dije lo poco que sé y en realidad lo poco que se sabe. Después de eso, hablé sobre la noticia de la detención de Genaro García Luna en E.U.A por nexos con el narcotráfico (traté de recordar justo como lo había leído en la nota de El País). No recuerdo bien qué fue lo que dije después, ya que como lo mencioné antes, me consumían los nervios. Pero fue algo como “esperemos se haga justicia por los crímenes ocurridos durante el sexenio de Felipe Calderón” y mencioné la incertidumbre que debe haber en el ahora líder de México Libre. Ahora debo mencionar que los temas de política y seguridad nacional no mis favoritos y jamás me consideraría experta en ellos.
Después de todo esto, llegó mi compañera y nuestro invitado. El alma me volvió al cuerpo y comenzamos con el tema del día, un proyecto de tejido social en la zona de tolerancia en Saltillo. En una pausa, se acerca la persona de controles, me dice “Susy, quieren hablar contigo” y me pasa el teléfono de la cabina. Pues bueno, al parecer mis comentarios sobre la guerra contra el narcotráfico y la noticia de García Luna a alguien no le parecieron mucho. Y no quisiera entrar en un debate político sobre el tema, más bien quiero compartir unas palabras que se me quedaron grabadas “Tú no puedes decir eso al aire”. Al principio, me asusté, comencé a repasar palabra por palabra lo que había dicho para saber si algo pudo haberse mal interpretado. Es momento que no entiendo que fue lo que le molestó tanto al escucha.
Quise escribir sobre esto, porque este acontecimiento me recordó la responsabilidad que tenemos todos sobre la información que compartimos y lo que nos atrevemos a divulgar. Vivimos en la era de las fake news, y si bien, la noticia que compartí no es falsa, quizás me faltó contexto para que mis palabras no se mal interpretaran. Para aquellos que nos atrevemos a compartir lo que pensamos ya sea de manera escrita u oral, es difícil aceptar las críticas. Sin embargo, siempre las habrá.
Me quedo con el aprendizaje de irme a cada programa más informada de lo que ya creo que estoy. Me quedo con la satisfacción de haber sido increíblemente respetuosa con el hombre que llamó, a pesar de notar la molestia en su voz y me quedo con las ganas de seguir compartiendo más, no porque soy quién más sabe, pero quizás si porque soy de las valientes que se atreve a compartirlo.