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FOCOS ROJOS, VIOLENCIA EN LOS TATUAJES

Por Laura Prieto

Hoy, cuando la violencia de género nos tiene muy alarmadas, deseo externar mi preocupación de lo que considero señales de alerta que pueden llegar a violencia en las relaciones, hoy hablaré de los focos rojos, señales de peligro en los tatuajes.

Hace muchos años la violencia era aceptada y tolerada, lamentablemente madres y padres machistas nos educaban con ideas y pensamientos que hoy sabemos no deben ser normalizados y que depende de todas y todos erradicarlos: “no te vistas provocativa, te van a violar”, “ponte short debajo de la falda”, “date a respetar”, “controla tu genio o no conseguirás marido”, “calladita te ves mas bonita”, “consíguete una novia que sepa limpiar”, “los hombres no lloran” y un largo etcétera.

Uno de tantos casos de violencia disfrazada con amor, que tengo en mi haber data de cuando tenia alrededor de un año tatuando, llegó al estudio una pareja, eran clientes frecuentes, quien se tatuaba era la chica y el que pagaba era el señor, yo no la tatué, me tocó dibujar el diseño era una imagen que incluía el nombre del sujeto, el señor quería que se lo tatuara en una parte muy personal de su cuerpo, el daba las instrucciones, eligió diseño, tamaño, tipo de letra, todo, al proceder a la colocación de la plantilla, vi que en diversas partes del cuerpo tenía tatuado el nombre del señor, alrededor de quince tatuajes, le pregunté que cual tatuaje le gustaba mas y ella me contestó cual le gustaba mas a él, a ella no le gustaban los tatuajes, me quedé pasmada, le puse su diseño y alguien más se lo tatuó le dolió mucho y el tipo solo le sostenía la mano y le decía que se le vería muy bien, yo no supe que pensar, lo justifiqué de diversas maneras y decidí dejar de pensar en ello.

Tristemente hoy sigue pasando, pero ya no me quedo callada, porque lamentablemente cada vez veo estos comportamientos en jovencitas con sus novios, focos rojos, diseños elegidos por la pareja y solicitados en lugares íntimos o escondidos para evitar la mirada de los padres.

¿Qué puedo hacer como tatuadora? ¿negar el servicio? ¿qué tal si realmente ellas están decidiendo sobre su cuerpo?, ¿qué he aprendido? He aprendido que muchas veces regresan, arrepentidas y saliendo de esas relaciones.

Hubo una vez que tatué el nombre y apellido del novio de una clienta, habían pasado por un periodo de separación, pero se reconciliaron y el novio era el más bueno y amable, se hizo un nombre y apellidos con unas flores y a las pocas horas me llamó, llorando, se lo quería tapar y poner en otro lado, porque al hombre no le gustó, estaba enojado porque para su gusto no era lo suficientemente grande, la letra era muy femenina, y “si se lo hubiera querido hacer se lo habría hecho más grande y en un lugar que se viera más”. Claro que se veía, se lo hizo en el brazo. En fin, se lo tapé y programamos una siguiente cita para hacerse el nombre al gusto del novio, afortunadamente ya no volvió, si no un año después, acababa de salir de esta relación, la cual, como sospechaba era tormentosa, violenta y dominante, se hizo un tatuaje de sanación, para empezar de nuevo, con el apoyo de su familia.

Desafortunadamente ella no fue la primera, ni la única y mucho menos la última que veré pasar por una situación así. Es común demostrar amor con tatuajes después de pasar problemas, pero el amor no funciona así, hacer esto es ser violentada, es ser coaccionada para seguir en un entorno de sutiles agresiones disfrazadas, es ceder ante un acto de dominio, dejar que alguien mas decida sobre tu cuerpo y mas aún con algo permanente como un tatuaje. Por supuesto no todos los casos son así, he tatuado parejas entre risas, bromas y una atmósfera de amor, de armonía, he tatuado solo a la esposa o solo al marido y se piden opiniones y deciden y se ven bien, contentos y de acuerdo.

Yo como tatuadora parto del principio de buena fe, hago mi trabajo, pero si siento que alguna clienta no tiene la voluntad de tatuarse trato de hablar con ella a solas y saber si es por ella que se quiere tatuar, también tengo cuestionarios de consentimiento informado, pero ¿y si no es realmente su voluntad?

Bueno quiero decirte que eso no es amor, es violencia, un tatuaje no arreglara tu noviazgo o matrimonio, un hombre desconfiado no confiará en ti porque lleves su nombre en el cuerpo, ni tampoco dejará de ser celoso, o agresivo, siempre sacará un pretexto para exigir más de ti. El problema no eres tú, por favor, lee estas acciones, no te culpes, no dejes que la violencia escale y si estás en una situación así y quieres que yo te tatúe porque soy tatuadora mujer y el así lo eligió (que me ha tocado muchas veces), y quizá sientes que no quieres ese tattoo, pero ayudará tu relación, no lo hagas por favor, apóyate en tu familia, hazle caso a tu mamá, a tus amigas, a tu tatuadora.

Cuando yo te pregunte “¿Estas segura?” Si me dices que no y sospecho que vas bajo coacción inventaré cualquier pretexto para no tatuarte, aunque ya tengas la cita programada, la maquina no funcionará, la tinta se acabará, lo que sea, pero ten en cuenta que esto, solo es un pequeño punto del tejido de conflicto de tu relación, recuerda que no estás sola, en serio no estás sola, busca ayuda.

Laura Prieto: Nací en Saltillo, Coahuila hace 32 años. La vida me llevó a aprender a tatuar, complementé mi aprendizaje estudiando artes gráficas y haciendo toda cosa creativa que llegara a mí. Ahora soy madre, esposa, llevo 14 años en el mundo del tatuaje y sigo feliz y encantada de trabajar en lo que estoy.
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