Por Dona Wiseman
“Los sueños son la manera en que Dios nos muestra sus planes.”
Un rato antes de escuchar esta frase estaba observando mi vida en los primeros días de “cuarentena” y recordé de pronto algo que imaginé hace muchos años, quizás 25. Ya vivía en la casa donde vivo ahora y el proceso de diseñarla se daba paso a paso, lento, con ideas que se archivaban en mi mente y en listas largas de “pendientes”. Hoy me di cuenta de que falta un pedacito solamente para que la imagen que tenía en ese tiempo esté completa. Nunca tuve prisa, pero, enfrentada con días de encierro, veo que ya llegué al lugar que veía tantos años atrás. Lo más curioso es que siempre he pensado que no sé hacer planes y programar la vida hacia el futuro. Tal vez estaba equivocada. Tal vez poder mirar un estilo de vida, resonar con ese estilo y vivirlo a cada paso, en la justa medida del momento, sea la respuesta para ver los sueños cumplidos.
Mi estilo vida es la que soñé. Sí es verdad que pasé por muchas experiencias que no correspondían a mi estilo de vida, que ahora veo como desviaciones, quizás necesarias, en el camino. Si no fueron “necesarias”, cuando menos fueron inevitables. Ningún camino está libre de curvas, subidas, grava, piedras, tráfico, y tantas otras distracciones. El camino de la vida no es recto y plano, ni tendría porque serlo. Tampoco tiene una agenda específica. Terminará en su tiempo, y lo que hemos logrado o no, está bien así. Dijo Gurdjieff que “la meta es camino”. Se refería a que en el momento en que identificamos nuestro camino de vida, lo único que sigue, que falta, es caminar.
Hay tantos caminos de vida como hay mujeres para caminarlos. Mi camino no es igual al tuyo. Lo que valoro y valoras son cosas que en esencia serán iguales o no, pero que en detalles seguramente difieren mucho, o no.
Hace tantos años me imaginé viviendo sola, cocinando para mí, con amigos que llegaban a tomar café (o vino), rodeada de plantas, de colores, de muebles cómodos. Me imaginaba trabajando desde mi casa, con una vida más o menos sencilla, sin grandes preocupaciones y sin muchas limitaciones. Me veía acompañada por mascotas, rodeada de velas y una gran colección de objetos, cada uno con historia propia.
Hay unas cuantas cosas en mi vida y mi casa que rebasan lo que imaginé. Es lindo poder decirlo.