Por Ivonne Orozco
Una cuarentena que se volvió sesentena, miles de mamás y no mamás se dieron a la tarea de cocinar en casa.
Se armaron de la cuadrilla suficiente de utensilios, buscaron canales de YouTube, Instagram y Facebook Live.
Casi como profesionales de la cocina, pegándole en el trasero a grandes chefs, salieron con sus outfits propios para la ocasión.
Primer día, foto, la familia, los niños felices, casi casi de portada de revista especializada en gastronomía.
Al pasar de los días, las tareas en casa, las que tienen negocios pensando en la nómina sin ingresos, a la que recortaron el salario, a la que despidieron… Este estado empezó a dejar en entredicho la nueva experiencia de ser una profesional de la cocina.
¿La cocina son emociones? Como estás mujeres de la generación del COVID19 transmitieron su sentir a través de cocina. Las recetas, unas con pan, necesitaban carbohidratos para sentir sensación de satisfechas, las reposteras, en la necesidad de ver dulce la vida, la que hizo Quiché, empanadas rellenas… El relleno es lo que importa, saldremos bien libradas con una naturaleza única después del COVID19.
La que hizo salsas… ¿estaría enojada o comería gallo?
La que pacientemente hizo ositos con salchichas y waffles, tendría conexión con los animales.
Las que se han convertido en veganas al ver la alimentación caótica del siglo XXI, cambios, muchos cambios, la conciencia está cambiando.
Cada mujer con su tema, con su hijo, su pareja, su roomie, su mamá, la comida, las nuevas YouTubers e influencers culinarias salidas de una de la peores crisis humanitarias en la historia del mundo contemporáneo. Cada mujer regaló sus mejores pasos, dotes y esfuerzos por hacer que esta sesentena fuera llena de sabor, azúcar, harinas, hierbas, pasteles, tacos, horneados y unas le entraron gustosas al asador, otras mujeres en la practicidad de ir a las pizzerías de franquicia, no importa la fila, comer pizza es el objetivo.
Esta cuarentena reflejará en el peso, la actitud, el rostro, la bolsa, la alacena, las emociones que consigo trajo esta famosa esferita con piquitos verdes, ya vista en pasteles de fondant llamado el virus más rockstar del 2020.
Ya casi en la recta final, han ido desapareciendo las fotos de revista, los horneados y pasteles, el vestuario ya no es necesario, en un suceso culinario sin precedentes, hoy existen mujeres casadas con el oficio y otras totalmente divorciadas del mismo y si hablamos de algún caballero su aviso úrico será el recuerdo permanente de que no le dió gripa pero si se le hincharon las rodillas.
Tomando en cuenta las cientos de recomendaciones de comida a domicilio, venta de todo, hasta del sándwich escolar que quedó presentable, una revolución.
Pasando esto, veremos el resultado real de la dotes culinarias de la humanidad.