Por Daniela Montes Valdez
Hablar de adopción puede ser en ocasiones un tema que produzca alegría, idealización, ilusión, y también desespero, pero ¿qué pasa cuando esta situación se logra concretar y llega a nuestra familia un niño, niña o adolescente por esta vía? Los sentimientos pueden cambiar porque así lo hace nuestra rutina, la forma en que las personas nos ven y también el cómo nos vemos a nosotros mismos, y es que como en anteriores publicaciones ya lo hemos comentado, las películas y programas televisivos la mayoría de las ocasiones se alejan de nuestra realidad.
Si bien podemos tener un tiempo de “luna de miel” esta puede durar muy poco o haberse dado en las convivencias y a la hora de volver a la realidad entramos en conflictos internos. Las emociones pueden surgir y por qué no también en ocasiones la depresión post adopción, el miedo a equivocarnos, a que algo salga mal, a que la integración no se esté dando adecuadamente y esto a la par de las situaciones que diariamente tenemos que enfrentar dentro de nuestra rutina.
Es difícil hablarlo con personas que no han vivido este proceso porque en su afán de ayudar pueden generar un conflicto mayor en nosotros con comentarios bien intencionados pero ignorantes de la situación como por ejemplo: así son todos los niños, o el famoso: lo tienen super chiflado y esto lejos de ayudarnos nos impacta más porque entonces sentimos que no estamos haciendo bien la tarea de ser padres.
Es muy importante durante este proceso no solo que nuestros hijos lleven una terapia, sino nosotros a la par ya sea de forma individual o grupal, también generar un canal de comunicación con nuestros hijos para que se sientan seguros para hablar del tema y poder externar nuestros sentimientos a la vez que servimos de ejemplo para ellos.
Incluso el buscar un grupo de ayuda, una tribu que pueda aportarnos ese apapacho, consejos o incluso apoyo emocional puede ser un medio de desahogo y aprendizaje para toda la familia.
Recuerda que los niños no vienen con un manual e inclusive los hijos biológicos, tienen situaciones que conforme crecen no sabremos manejar, pero camino habrá mucho para aprender juntos. No Estás Sola, y así como tú muchas familias vamos por ese rumbo y si lo hacemos juntas será mejor.
Te deseo que todo lo bueno de la vida te abrace y se quede contigo
Nos puedes contactar para asesorías por Facebook o
al Teléfono 55(844)247-6783