Por Blanca Garza y Vero Barreda
Hoy te quiero platicar sobre mi vida. Sobre lo complicada que yo creí que había llegado a ser y de cómo la simplifiqué haciendo una sola cosa: sentirme mejor. La vida es un regalo de la vida y si hoy estas leyendo estas líneas, ¡estás viva!
A mediados de marzo todos recibimos esta noticia que nos llevaría a vivir algo nuevo para todas y todos. Hemos engordado, enflacado, acomodado, desacomodado, renegado, meditado, en fin… tantas y tantas cosas. Quedó demostrado que nuestro modelo de vida -trabajo, enfermedades, pastillas, hipotecas, ansiedad, deudas, frustración- es insostenible.
La mayoría no tenemos una vida sencilla. Vivir plenamente día a día, es dejar afuera lo superficial e inútil, lo que nos sobra… presiones, tareas, deudas, exigencias, autoexigencias, dudas, consumismo, estrés, previsiones de futuro, posesiones, peso corporal, sedentarismo físico, notificaciones de Facebook, mensajes de WhatsApp, cuentas, ruido, comida.
Y atraer lo que nos falta, tranquilidad, conversaciones, horas de sueño, ejercicio físico, lectura, silencio, abrazos, juegos, mojarnos bajo la lluvia, contractar con la naturaleza.
Tengo a mi familia, tengo la música, los amigos, la risa, el sexo, el deporte, la lluvia, el mar, el sol, mi amada luna… Todo esto es tan mío, a pesar de no ser de mi propiedad… y hoy me preguntó ¿Necesito algo más?
Quiero vivir natural. Acercarme cada día a lo que soy, a mi esencia. Me responsabilizo de mí misma. Soy la primera responsable de mi vida. Ni mis padres, ni mi pareja, ni mis hijas, ni el presidente. Soy YO.
Y entre este momento de desequilibrio que vivimos, y vivir entre una suma de excesos y carencias, te queremos compartir unos principios, reglas, consejos, ¡Como quieras tomarlos! Hoy hablaremos de tres puntos… espera en nuestra próxima columna los siguientes.
1. Consciencia: Vive profundamente, se consciente de lo que haces. No te compliques la vida, escoge el camino fácil. Tu dirección es la razón que te llevó a hacer lo que quieres, sé consciente de lo que haces y vívelo profundamente.
2. Sencillez: fáciles o difíciles, son las únicas dos maneras que tenemos para hacer las cosas. Va ligado con el número 1, la consciencia. Veamos un ejemplo, si en estos tiempos te das cuenta de que el sedentarismo no te va nada bien, el camino fácil sería ponerte tus tenis y salir a caminar una hora. Y si decides quedarte sentada en el sofá, te estás complicando la vida.
3. Respeto: vas a dar un paso importante en tu vida. Atrás quedarán costumbres y creencias que tienen la mayoría de las personas y que están muy arraigadas a tu sociedad, por lo que pueden provocar cierta controversia. El respeto debe ser reciproco: respeta la opinión de los demás y pide también respeto a tu manera de hacer, pero recuerda, que nadie tiene la razón suprema.
Continuará….
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