TERCERA PARTE
Por Blanca Garza y Vero Barreda
¿Por qué vivir una vida sencilla? Por mi trabajo, soy fundadora de una Asociación Civil y soy psicoterapeuta Gestalt y cabe mencionar, he detectado que la salud de las personas, tanto física como mental/emocional, en general va a peor. Y no puedo quedarme con los brazos cruzados. A través de NES y de sus columnas, trataré de aportar mi granito de arena, con mi experiencia y mis reflexiones sobre lo que nos sobra y lo que nos falta, y todo el proceso de transición que te puede llevar de una vida estresante, rápida, superficial y abarrotada de cosas inútiles a una vida sencilla, lenta, auténtica y minimalista. Si quieres subirte al tren, empieza a cambiar tus hábitos. En el artículo anterior mencionamos 3 principios, reglas, consejos para llevar una vida sencilla: consciencia, sencillez, respeto, moderación, sinceridad, valentía, vivir en el aquí y en el ahora, autoestima, lentitud y esencia; ¿lista para los principios que compartiremos hoy?
11. Prueba-error: porque así, con pruebas y equivocaciones, es como se aprende. Prueba igual si no estás segura de que algo vaya a funcionar y aún si el resultado sea positivo o negativo, te formarás en experiencia y siempre podrás volver al punto de inicio. Enfócate en soluciones, de esta forma la vida no se acabar por ningún simple error.
12. Minimalismo: y en este punto me gustaría hacer una reflexión más puntual. El minimalismo es una filosofía de vida que permite deshacerse de lo superfluo para enfocarse en aquello que realmente te aporta valor. La idea básica es analizar aquello que te rodea, tus pertenencias, y tus actividades para deshacerte de aquello que distrae sin añadir nada. Ser minimalista significa revisar continuamente las propias necesidades y deseos basado en los valores personales para diseñar la vida de acuerdo con estos valores – en vez de sucumbir a los mensajes de marketing y consumismo.
Atrapa-polvos:
- ¿Lo he utilizado en los últimos 6/12 meses?
- ¿Está en buenas condiciones?
- ¿Hay otra cosa que lo puede sustituir?
- ¿Me inspira o me recuerda algo?
Atrapa-energías:
- ¿Me hace ilusión participar?
- ¿Aprendo algo?
- ¿Me servirá más adelante?
- ¿Es el único camino para conseguir lo que quiero?
Atrapa-tiempos:
- ¿Me hace ilusión cuando lo veo en la agenda?
- ¿Tengo que estar presente?
- ¿Lo puedo cancelar/acortar?
- ¿Lo puedo hacer desde casa?
Atrapa-sueños:
- ¿Mis sueños al comprarlo se cumplieron?
- ¿Por qué tengo este sueño? ¿De quién es?
- ¿Cómo puedo acercarme a este sueño de otra forma?
Los cambios pequeños suelen ser más duraderos. En vez de organizar y rehacer toda tu casa en un fin de semana, deshazte de algún objeto cada día. A no ser que estés de mudanza, en este caso aprovecha para sacar de tu vida todo aquello que no has tocado en un año.
Hay diferentes áreas de tu vida que puedes simplificar: tus cosas, tu agenda, tus actividades, tus contactos, tus sueños. No lo hagas todo a la vez. Date el lujo de empezar con un área y disfrutar el proceso.
Y una nota final – es normal que llegar a tus objetivos puede llevar tiempo. Qué hoy tomes una decisión no significa que mañana ya tienes que cumplir tu objetivo. Es suficiente que traces un camino al que seguir. Por ejemplo, si uno de tus objetivos es trabajar desde casa, tu primer paso no será presentar tu carta de despido mañana. Primero irás buscando opciones de trabajo que combinan contigo, harás una lista de los requisitos y empezarás a prepararte a dar el salto.
Tu vida la controlas tú. Es como tú quieres que sea. Si no, ¿qué gracia tiene? ¿Para qué tienes la capacidad de tomar decisiones? ¿Dónde está tu libertad?
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