Por Dona Wiseman
Encontré un escrito que me agradó, pero lo voy a intervenir, así como un artista visual interviene a un objeto, o un espacio. He estado cuestionando la manera en que me relaciono con otras personas. Hoy incluso consulté el tarot y el I-ching. Hace rato leí algo que tal vez me sirve. Haré el ejercicio de intervenirlo para ver si acomodo lo que se mueve en mis adentros.
El amor propio se considera el reflejo de la relación y los sentimientos que tenemos por nosotros mismos; hacia nuestro físico, personalidad, carácter, actitudes y comportamientos. El amor propio alcanza un equilibrio entre el estado anímico y nuestra autoestima. (Me hace sentido que se combinen estos dos factores.) El equilibrio se proyecta al exterior como una sensación de bienestar. No significa que todo está bien. Es más aceptación que perfección.
Cuando hay amor propio te darás cuenta a veces que tienes mal carácter, pero sabrás que es porque no quieres caer en situaciones donde alguien te intimide. Trabajarás para que puedas lidiar de una manera distinta.
Te darás cuenta de que eres difícil, pero sabrás que en realidad es porque tienes un pensamiento propio. Buscarás la expresión de tu pensamiento sin necesidad de defenderte y pudiendo escuchar a otros sin sentirte amenazada.
Te sabrás soberbia en momentos, pero poco a poco entenderás la diferencia entre la soberbia y la dignidad.
Habrá momentos en los que ni tú misma soportarás tu autenticidad. El trabajo será entenderla.
Serás egoísta y lo sabrás. También sabrás que requieres el egoísmo para respetarte.
Tu amor propio será confundido con egolatría, hasta por ti misma.
Te darás cuenta de que tu imprudente sinceridad es a veces muy hiriente.
Defenderás lo que sabes que es justo sin límites y medidas, y tú misma, en tu intensidad, te acusarás de ser histérica.
Tendrás momentos de valentía que sientes que te llevan al borde de la locura.
En tu cariño por tu cuerpo, y tu gusto por verte y expresarte en tu imagen, te sentirás vanidosa.
Confundirás tu confianza y te acusarás de creída.
Soñarás y sabrás que hay un poder más grande que tú. Tendrás fe en ese poder, que reside en ti, y en momentos no entenderás de donde sale.
Al tener amor propio, seguirás interpretando las miradas y lo que sospechas que son juicios de otros. Aunque sabrás quién eres, siempre habrá momentos de duda. La duda es parte del camino, parte de la vida. Podrás dudar y, aun así, vivir con amor propio.