Por Cynthia Salas
Tal vez te consideras un o una fashionista, tal vez no. Tal vez te interesa el mundo de la moda, conoces de diseñadores, tendencias y sabes la fecha exacta de las semanas de la moda, tal vez no, ni te interesa y eres de los que piensa que cada fashion show es más confuso que el anterior. Sea como sea, déjame decirte que el Fast Fashion, nos involucra a todos por igual. (O al 90% de las personas, si tu quieres).
Fast Fashion, ropa producida en masa, en grandes, grandísimas cantidades a muy bajo costo que logra producir 50 temporadas al año, una tendencia tras otra. Si, su ADN es precisamente el consumismo, entre más producen, más compras y eso que compras tiene cada vez un periodo más corto de vida. Hay estudios que dicen que en promedio una prenda de fast-fashion se usa 7 veces en total, algunas más, pero aún así, el consumismo ¡está a tope!
Lo que tenemos que entender es que hemos vivido en un tiempo muy a ciegas en el que nos habíamos dejado llevar por publicidad, influencia y mucho mucho por la cultura del consumo. Y es hasta hace apenas unos años que venimos tomando conciencia poco a poco, sobre el impacto que todos nuestros actos están teniendo en el planeta, desde el medio ambiente hasta nuestra salud.
Necesitas saber más: La industria textil es el segundo contaminante a nivel mundial. Producir una prenda de algodón consume 2,700 litros de agua y las emisiones de CO2 al producir una prenda de poliéster son ¡altísimas!.
Hoy más que nunca nos hemos dado cuenta de las consecuencias de estar lastimando al planeta. Hoy más que nunca es urgente modificar nuestros hábitos de consumo, nuestra costumbre de irnos por lo fácil y lo barato, no importando lo que cueste a la larga. Hoy más que nunca debemos reclamar a las grandes cadenas de la industria textil que tomen conciencia de sus actos y comiencen a reformar sus valores, ofreciéndonos un producto de calidad, buscando alternativas de materiales, si es que quieren continuar.
¿No sientes que esta pandemia nos ha obligado a replantearnos muchas de estas consecuencias? ¿Que nos ha obligado a voltear hacia nuestra rutina y re-pensar lo que hemos hecho de manera tan inconsciente, sin sentido y que al final nos ha drenado económica y energéticamente durante tantos años?
¿No sientes que es el momento perfecto para modificar nuestro estilo de vida y valorar más el tiempo, cuidar más nuestros recursos, cuidar ahora sí, de ti mismo en todos los sentidos? Imagínate que vuelves a tu vida “normal” pero con mucha más conciencia y mucho más compromiso con todo lo que nos rodea, por que no puede ser, que no hayamos cambiado.
Aquí te dejo 5 pasos con los que puedes aportar tu granito de arena, que si todos adoptamos por lo menos uno de ellos, haremos una gran diferencia:
1. Compra solo piezas que realmente vas a usar, que puedes combinar infinitas veces y te hacen sentir 100% cómoda y feliz.
NO lo que acaba de publicar tu influencer favorita, solo por que sí.
NO lo que marcan como nueva tendencia.
NO lo que no tienes idea de cómo combinar, pero se te hace bonito (me incluyo, ¡mucho!)
2. Dale una revisada a tu clóset, organízalo. Debe haber prendar por ahí que no recordabas que tenías, y que puedes darles mucho uso todavía, hazle cambios, puedes darle una segunda vida si te lo propones. Si hay prendas que ya no usas, dónalas, regálalas a alguna persona con necesidad, intercambia con amigas, llévalas a bazares. Pero asegúrate que se les va a dar uso todavía por mucho tiempo más.
3. Compra ropa de segunda mano. Hoy podemos encontrar muchas opciones de ropa vintage en excelentes condiciones. Créeme puedes encontrar muchos tesoros en lugares así.
4. Conoce a tus diseñadores locales o nacionales. Hay mucho talento en nuestro país, gente creando piezas increíbles, si están comprometidos a usar materiales orgánicos, ¡mejor!. Estos diseñadores luchan contra los monstruos del fast-fashion todos los días, sin embargo están creando cosas de valor. Encuéntralos y recomiéndalos.
5. Opta por materiales más naturales y orgánicos cada vez: lino, algodón orgánico, hemp, teñidos naturales. Créeme son mucho más frescos y cómodos que cualquier material sintético y aparte estas ayudando al planeta.
Recuerda que como consumidor tienes un poder, vamos a cambiar la dinámica y dictarle a la industria de la moda lo que nosotros queremos consumir, vamos a reclamarles más conciencia, más compromiso, más valor. Que sea una obligación para cualquier marca ser amigable con el medio ambiente, ser responsable de lo que producen.
