Por Cristina Aguirre
Ahora que estamos en la modalidad online sintiera como si esa pequeña pantalla fuera “un portal abierto a cada casa”; nos estamos enterando (y se están enterando) de este abanico de trapos multicolor ¡que antes ni en cuenta!
¡Claro! porque antes los niños SOLO NOS VENTILABAN EN LA ESCUELA. Y ahora; también los papás nos enteramos del chal; ya que somos como ese ojo omnipresente.
CUANDO TODO COMENZÓ
Recuerdo las primeras sesiones de Zoom de los niños, intentaba arreglarme por lo menos un poco por si tenía que pasar frente la pantalla (ya que, al principio de la cuarentena, no le veía mucho caso el estar “presentable”).
Dejé de hacerlo ya que jamás se me requería; inclusive, en varias ocasiones se nos pidió “señoras, por favor pueden dejar a los niños SOLITOS,”… (y yo soy muuuuuy obediente).
Hasta que un fatídico día (como esta ley de Murphy), escucho, “háblale a tu mamá porfavor…”; (esa voz que sabes que alguna cosa hizo la bendición y no hay de otra más que dar la cara); y yo la di así: ojos de mapache, cebolla mal amarrada, disfraz de “limpieza” y ojo distraído… casi que con ganas de poner la pantalla en negro y decir que se fue la luz…
“Discúlpeme miss me agarró limpiando la casa…” (y de fondo una pantalla en la playa que estos niños no sé cómo pusieron, y hacen lo que quieren con su pobre madre…)
-“¡Hay amiga!” , me dice una conocida en chat, “¿Se te fue la ayuda?!” a lo que le conteste un poco más franca que en otras ocasiones: “no se fue, aquí sigo, esa soy yo”.
Tantas cosas que escuchamos las mamis… por qué “no estamos”, ¡pero si estamos! y pues desgraciada o agraciadamente nos enteramos.
COMO EL NIÑO QUE “NO LLENÓ”
Antes les hacíamos el lonche y pues nada más orar por que si comieran, algo o alguito…pero ojos que no ven, pues corazón que no siente, desgraciadamente ahora el hambre suele invadirlos a media clase de zoom, y con la mamá cerca uff…
Como el hijo adorado de una muy buena amiga, de pronto en pleno zoom comenzó a llorar ; así que en consideración de este hermoso chaparrito, la mis se detiene a preguntarle qué le sucedía, -“es que mi mamá solo me dio un solo hotcake”,- “que rico mi amor, entonces ¿porque lloras?, – “es que yo quería dos”…
LOS PEQUEÑOS DE KINDER Y MATERNAL
De verdad …de verdad …MIS RESPETOS SEÑORONAS MAESTRAS
“ MAY THE FORCE BE WITH YOU…” (Obi-Wan Kenobi en una “NUVA ESPERANZA”)
ESTANDO EN LA CLASE
Veo a mis dos sobrinas más pequeñas … difícil mantenerlas sentadas en la comida .. no imagino en el zoom… “¿Mi amor cual clase te gusta más? “Le preguntaba para motivarla … –“el recreo madrina.” …Ella si sabe ¡Tiene razón !.
No me es difícil, crear el caótico escenario para ustedes las mamás, cuando sacan todo el material artístico que se ocupa, esta cantidad de pegamento, de papelitos, de pompones, de acuarelas (a las que le rezamos a todos los santos que sean lavables..)
Aquella mañana, caminaba sigilosamente; y es que si me ven no tardan en gritar, “¡MAAAMAAAA VEEEEEN NEEECESITO AYUDA!”, así que estoy a punto de traspasar los muros para no ser detectada.
En ese trayecto fantasmagórico escucho… (de lejos, pero en gran tono), “¡¡Luuuuuuuis!! ¡¡Regresa Luuuuuis!!” (casi que como invocándolo)… ven mi amor, siéntate Luisito… y el “Luisito artístico”, mientras ignoraba a la maestra, seguía culminando esa obra de arte que había comenzado EN LAS PAREDES…
Y como olvidar a la linda Susanita
“¡Susanita! ¿que te metiste a la boca?, ¡Sácate eso por favor Susanita! (mientras tanto Susanita seguía entrándole plácidamente a la plastilina morada).
Imagínense el trauma de una maestra la impotencia de no poder hacer nada y sobre todo sin poder perder el control frente a los 17 niños restantes.
-¡¡¡Háblale a tu mami Susanita!!… ¡¡señoraaaa, señoooora!!
Porque bueno aparte de eso, las maestras, pueden llegar a toparse con algunas personas un poco más susceptibles que otras, aquellas que si regañan a Luisito, puede ser que no les parezca el modo; entonces casi que tienen que atraerlo con pura “ley de atracción”… “ven a mi Luisito… ven a mi….”
Y bueno #todastenemosunLuisitoencasa #hoySusanitahacepopomorada
MIENTRAS TANTO LAS MAMIS Y SUS PETICIONES
En esos chats de mamás; donde corren las inquietudes escolares, personales y de todo tipo…
“Le pueden decir a la maestra por favor que si deja entrar a la sesión a mi hijo es que se desconectó”…, mínimo 10 veces al día, “Niñas; hay un perro ladrando que nos deja escuchar ¿podrían apagar micrófonos?”, “Hay un papi por ahí hablando, le pueden decir que si puede hablar más bajo…” Es ¿en serio? ¿Señor si se puede ir a otro lado? Imagínense a la vocal diciendo esooo, ¡NOOOO!
Un día… Suena el teléfono; yo estaba milagrosmante bañándome…” Amiga tu hijo está llorando pero no alcanzo a verlo bien”… corrí como rayo veloz… para constatar que obviamente no estaba poniendo atención y que jugando metió el brazo a un cajón; así que quedó de pompas paradas… “Discúlpenme…”, mientras sujetaba la toalla, “…no sabía si la prioridad era apagar la cámara o desatorar chamaco”.
Y LA TÍPICA Y YA CASI FINAL PARTE DEL ARTICULO
“NO SIENTEN QUE LA MIS HOY ESTA UN POCO ENOJADA…” ¡Pues clarooo!, sinceramente, si yo fuera maestra; casi que como la película “El aro”… con ganas de atravesar la pantalla y tomar control de la situación; de la manera que ustedes les plazca imaginarse.
Entre Susanita, Luisito, el que pide permiso 10 veces para ir al baño casi que como si tuvieran un grave problema de incontinencia (mi hijo uno de ellos), el que no encuentra el libro, el que quiere enseñar sus juguetes, el que balconea que su papá llegó tarde anoche, el que dice que no lo han dejado participar, el que cuenta que operaron a su mamá de los pechos, más las ene mil interrupciones…
¡A veces hasta mi me dan ganas de asomarme y decir taaaaa taaaaa taaaaan! ¡Pongan atención y tu pepito el de la incontinencia, acércate una bacinica!
Yo en lo personal no nací con vocación de enseñar… de verdad no se me da… lo puedo hacer con amor pero termino bastante desesperada.
CLASE DE MÚSICA
Moría de risa el primer día que vi a mi hija tocando un instrumento de percusión, me escondí para verla… y sentí orgullo… una semana después… el orgullo se convirtió en… “¿Le podrán cambiar de instrumento?”… “¡no se! ¿una Flautita silenciosa?”
Toda la mañana tamborileando, detrás de mi, delante de mi, afuera del baño… impresionante cómo la ternura se puede volver contractura.
CLASE DE DEPORTE
-“¿Qué estás haciendo en la despensa?”.
– “Es que mi profesor nos pidió vasos…”
A los 3 minutos … pum… paz…. pufff… pelotazo en la lámpara … “Sabes que mi hijito ¿te acuerdas que te dije que en el jardín no?… sal… sal al jardín…”.
– “Mamá, pero ahí no llega la señal…”
– “Pues pónganse creativo mijo…”
Me siento muy agradecida y orgullosa de todas y cada una de las maestreas en general, en especial por el equipo de la institución en la que forman parte mis hijos; veo constantemente el arduo esfuerzo que hacen para aprender de tecnología, preparar sus clases pero sobre todo de cordura… a esas mises les digo… si pudieron con esto; pueden lo que sea. SI vemos el esfuerzo. SI valoramos su friega.
¡Y SI!; no saben cómo anhelamos mandárselos para que ustedes sigan ejercitando y obtener el “master”: en temple y cordura, que aquí en casa, se esta agotando.
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Excelente artículo!! Yo soy docente y me identifiqué totalmente con Luisito y Susanita!
Me identifique en el aquí y ahora, soy docente y en más de una ocasión dan ganas de traspasar la pantalla. Gracias por valorar nuestro trabajo.