Annalee Carreon
Hola queridas lectoras, pues pese a todo lo sucedido en este año 2020, estamos por llegar a Navidad y Año Nuevo, fechas llenas de amor y esperanza, y si, bien es cierto muchas llegaremos a estas tan esperadas fiestas con sillas vacías en nuestras mesas, muchísimas familias incompletas. Así fue el saldo que nos dejó el año, un año sin duda inolvidable, un año que nos ha enseñado la fuerza con la que contamos, un año que no ha enseñado a valorar , un año que nos enseñó estar cerca sin estarlo.
LAS FIESTAS
Creo que desde tiempo antes de diciembre la mayoría de las familias ya estamos pensando como pasaremos las fiestas, ¿Qué haremos de cenar?, ¿en dónde pasaremos tan esperado día? ¿Qué ropa nos pondremos para la cena?, ¿qué compraremos de regalos?. Pues bueno, mi familia no era la excepción, cada año eran las preguntas de ley, pero este año ha sido todo lo contrario.
¿NAVIDAD SOLA?
Pues les cuento. Esta navidad, con la reciente muerte de mi padre, mi mamá y mi hermana, quienes son mi única familia, decidieron salir de la ciudad a pasar las fechas con la familia que no vive aquí, y entró sin quererlo, este sentimiento de soledad. Y es que muchas veces nos duele el idealizar demasiado algo. Y sin duda este fue mi caso. Había idealizado una navidad con ellas, ya que mi papá no estaría, solo quería que estuviéramos juntas en navidad, y entonces es cuando entra el sentimiento, ¿qué haré ahora que ellas no estarán conmigo?
MI FAMILIA
Bueno pues después de mucho pensar, de una que otra lagrima que rodó por mi mejilla, entendí que aparte de ellas, mi familia son mis hijos, que sin importar si cocinamos pavo, pierna o solo comemos pizza podemos hacer una navidad especial. Que sí, claro, el dolor no se irá, que es normal, es un proceso de duelo, que sin duda la familia nos hará falta, pero que eso no impide que podamos hacer una navidad única, una navidad bonita, una navidad que nunca olvidaremos, es la parte de valorar que tenemos salud, que nos tenemos a nosotros mismos, y eso es lo que más tiene valor, el poder abrazarnos, cenar juntos, reírnos, y disfrutarnos entre nosotros.
Y como les decía al principio es parte del aprendizaje de este año, VALORAR, la navidad no son regalos, no es lo que cenamos, la navidad es la familia, es el amor, es la unidad, es el agradecer las bendiciones que nos rodean.
Así que, si sufriste una perdida este año, si tu familia está lejos, abraza a quien te rodea en estas fechas, agradece lo que tienes y quien tienes a tu lado y has una navidad única, diferente, sonríe a la vida, que es el mayor regalo que tenemos al abrir los ojos.
QUE PASEN UNA FELIZ NAVIDAD Y QUE SEA LLENA DE AMOR Y BENDICIONES