Por Lorena González
En estas épocas de pandemia, en la cuál no hay muchas actividades en casa, he de confesar que he abusado un poco del netfilx en casa.
Y en una de esas películas encontré el remake de la película THE WITCHES protagonizada por Anne Hathaway, un clásico de terror de los 90s en donde las brujas realizaban grandes hechizos a los niños.
La película fué dirigida por Robert Zemeckis, un reconocido cineasta estadounidense que dirigió Forrest Gump (1994) y tuvo el gran acierto de tener como productores a dos talentosos mexicanos a los que admiro mucho: Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón. Pero a pesar de tener estos grandes aciertos mi sorpresa fue enorme ya que incurrieron en una falta gravísima.
Todos sabemos que las películas de Hollywood tienen un alcance tremendo de visibilidad, y sabemos la gran cantidad de esfuerzo, dinero y gente que están relacionados en un proyecto así. Así que, es de no creerse que ninguna de esas personas pudiera darse cuenta de que no estaban siendo incluyentes.
Es bien sabido que los medios de comunicación tienen un efecto importante en la manera en que concebimos a las personas con discapacidad. Específicamente, en esta película ponen a los personajes principales con malformaciones en las manos, asumiendo que una persona con alguna condición parecida es considerada “bruja, fea, hechicera, malvada”, y dando por hecho que la gran cantidad de niños(as) que nacen con alguna diferencia en sus extremidades, tendrán estas características.
La manera en que abordan esta discapacidad con estos aspectos negativos, son parte de las etiquetas que deberíamos de quitar. ¡Qué difícil, enseñar a nuestros niños a ser incluyentes, cuando mucha de la información que reciben esta equivocada!
Fueron tanta las personas con una diferencia en sus extremidades que se molestaron por ser representadas así en esta película, que empezaron una campaña en redes llamada #NOTAWITCH. Tal fue el caso de la medallista inglesa paralímpica Amy Marren, quien escribió en twitter: “Porfavor edúquense sobre el tema de “limb differences” (diferencia en las extremidades), y apoyen la idea de que no somos brujas porque nos vemos diferentes. Ustedes pueden ayudar activamente a la comunidad con alguna diferencia en sus extremidades usando palabras que nos describen como PERSONAS, y no solo enfocarse en esas diferencias que nos definen.” La paralímpica terminó diciendo que “las diferencias deberían de ser celebradas y la discapacidad tiene que ser normalizada”.
Anne Hathaway pidió perdón público, asi como algunos miembros de la película, pero seamos honestos, LA PELÍCULA no será cambiada, y el daño esta hecho. Está al alcance de nuestros hijos un material que no aborda este tema como debería de ser.
Tenemos la obligación moral, de llenar a nuestra familia y futuras generaciones con información acertiva, no lastimera ni denigrante, para que el día de mañana que se encuentren con alguna persona con discapacidad, no la relacionen con términos negativos.
