Por Daniela Montes
Cuando buscamos agrandar nuestra familia como en muchísimas situaciones las personas tendemos a idealizar como será, de qué edad queremos que llegue, y normalmente lo que deseamos es que sean bebés, porque de esta manera podemos “hacerlos a nuestro modo” o inculcar nuestras creencias, y costumbres sin “problemas” o porque no queremos que sepa como llego a la familia y así pues no se enterará.
Expectativas
Como menciono todos las tenemos, pero esto es lo importante de analizar la parte del Todos, porque así como nosotros esperamos que se den ciertas circunstancias o que la situación se logre acomodar de cierta manera o que la niña, niño, adolecente, bebé sea parecido a _________, que le guste lo que a nosotros, etc. La realidad es que ellas y ellos también las tienen, desean y sueñan con una familia con ciertas características, que los ayuden a salir adelante y pues no como nosotros pensamos, porque no tenemos la misma historia y el camino recorrido no es el mismo.
¿Cómo iniciar?
Comencemos analizando la situación desde la parte jurídica, esto porque mucho se habla de la cantidad de menores en las instituciones pero poco nos ponemos a analizar que no todos estos niños, niñas y adolescentes a pesar de residir en dichos lugares son candidatos a una adopción, esto es porque el 70 % de los centros de Asistencia Social en nuestro país son de depósito voluntario, esto quiere decir que son internados por sus mismas familias por no contar con las condiciones para su atención, tiempo, recursos, etc. Motivo por el cual no aplican para pertenecer a una familia diferente ya que cuentan con una.
En segundo lugar es importante comprender que al iniciar un trámite de adopción estamos buscando una postulación para convertirnos en familia adoptiva, esto significa ser una familia para un niño, niña o adolecente y no ir a conseguir “un hijo o hija” únicamente, ya que nosotros como adultos somos quienes proporcionaremos al menor o menores eso que perdieron y a lo cual tienen derecho: pertenecer a una familia
Realidades
El formarse expectativas e idealizar no es malo siempre y cuando nos centremos en la realidad de que como podemos tener la suerte de, puede que la realidad sea muy diferente, por ejemplo: un menor que llega a otra familia no la va a querer de manera instantánea por el hecho que lo sacaron de su casa hogar, porque ese fue su hogar y esa era su familia y así vivió por determinado tiempo, tampoco podemos esperar que nos agradezca porque lo “salvamos” porque él o ella fueron buscados por nosotros como padres.
Y por último pero no menos importante es recordar y aceptar que nuestros hijos tienen 2 familias, 1 es en la cual nacieron y gracias a la cual podemos tenerlos con nosotros y la nuestra, esa donde encontraran ese amor incondicional, el cuidado y la guía que tanto necesitan, pero sin perder de vista su derecho a conocer su historia, a hacer preguntas y a ser acompañados en la búsqueda de la misma.
No estás sola, si tienes dudas porque estas en el camino, o eres mamá por adopción y hay situaciones que necesitas platicar, puedes contactarme al 8442476783.
Te deseo que todo lo bueno de la vida te abrace y se quede contigo.