Por Clara F. Zapata Tarrés
¿Dónde comienza el apego, ese lazo profundo con nuestro bebé?
Existen diversas interpretaciones al respecto. Algunos dicen que esta relación se crea incluso antes de la concepción. Seguro habrás escuchado o incluso tu misma le has dicho a tu bebé en alguna fecha especial: “Gracias por elegirme como tu mamá”; “Viniste de las estrellas”; “Eras y eres para mí”, etc… Algunos otros mencionan que este apego se crea durante el embarazo y otros más que es ya cuando nuestro bebé está fuera de nuestro vientre. Pareciera que mágicamente tenemos ese lazo desde siempre.
Lo cierto es que nuestros bebés nacen sin ningún instructivo y que somos nosotros su primer modelo de cómo se ve el mundo. Le ayudamos a conocerlo, a tener algunas interpretaciones y a recrear su propia mirada de lo que ve y siente, muchísimas veces, gracias a lo que nosotros hacemos para que lo logre.
¿Pero, por qué sería importante conectarte con tu bebé?
Esta conexión se construye, es un proceso. Si estamos presentes, se puede dar de una manera maravillosa y creativa. Si no, no será lo mismo. Esta conexión o desconexión impacta en el individuo a través de su vida. Depende de mis acciones y comportamientos el cómo voy a construir este lazo. Así, si yo soy cariñoso probablemente la respuesta que reciba del otro, también sea de cariño. Es una relación bidireccional.
Cuando nuestro bebé ya nació podemos ver que las cosas son más tangibles pero cuando nuestro bebé está dentro de nosotras se convierte en un concepto bastante abstracto. Tiene mucho que ver con nuestra cultura y con lo que podemos imaginar. De esta manera, muchas madres se encuentran desconectadas por muchas razones, pero más, por esa concepción etérea de un bebé que no hemos visto aún.
Nos podemos preguntar si es que realmente ese ser entiende algo de lo que sucede o está esperando nacer para empezar a hacerlo. ¿Tendrá emociones?; ¿Cómo siente el estrés o el placer?
Así, pasan los meses y probablemente estemos en un trabajo remunerado, haciendo mil cosas, dejando listos algunos pendientes y la panza crece y crece. Tenemos poco tiempo y en ocasiones ni nos preguntamos cómo estará este ser en esa alberca infinita y perfecta.
Es un sentimiento subjetivo de amor hacia ese bebé.
La mayor parte de los organismos internacionales prioriza y afirma que los 1000 días son esenciales para el desarrollo de un bebé y esto incluye el embarazo. Son la fundación de la vida y en esta fundación podemos lograr ser mejores, más resilientes, crear adaptabilidad y llegar a nuestro máximo potencial. Estos 1000 días son oportunidad, un periodo crítico que puede tener un gran impacto.
¿Cómo podemos entonces retomar y tener en cuenta esto que a veces se nos olvida?
Antes del parto, trabajar nuestro bienestar, tener prácticas saludables puede llegar a ser muy importante para después del nacimiento. Cuidarnos, autocuidarnos, que nuestra pareja o familiares nos amen puede hacer la diferencia y además ayudan a crear poco a poco un modelo o una disciplina que se volverá natural y que además será la semilla para crear esos mismos lazos con nuestro bebé en el futuro.
¿Cómo hacer todo esto en esta época tan complicada donde la soledad y el miedo pueden distraernos de esta noble tarea?
Hacer conscientes los momentos, estar presentes, ayudan a recuperarse, a superar el estrés, la depresión, a mirar a nuestro bebé con calma y hacerlo más tangible. Mirar un ultrasonido quizás en los primeros meses nos ayudará a ver que sí es real, que ahí está nadando, mirar la panza, tomarse fotos cada mes, mirar el cuerpo y quererlo, escuchar lo que sucede ahí dentro, cantar canciones, bailar con nuestra pareja e incluir a esa panza que cada vez es más grande, celebrar, no tener expectativas gigantes e inalcanzables: hacer un plan para que todo esto suceda.
Reconocer mis miedos, mis sentimientos, mis múltiples emociones, y contárselas… Pensar en cómo nos sentimos al recibir la noticia de que estábamos embarazadas, no juzgarnos por lo que ahí aparezca… En estos momentos comenzamos a construir esta relación y no después. Nos llenamos de oxitocina, de endorfinas, de dopamina. Nos miramos en el espejo y vemos quizás algunas estrías que aparecen y las aceptamos como cambios que nos ayudan a transitar por este nuevo camino. El proceso se vuelve entonces un poco más suave y no tan avallasador como a veces lo vivimos.
La imaginación es poderosa, puede ayudar aprovecharla para lograr un impacto positivo. Preguntarse qué estará pensando/sintiendo el bebé. Pensar qué significado tiene este bebé, por ejemplo, cuando hubo una pérdida anterior. El misterio es mágico y nos da muchas posibilidades porque podemos hacer mucho para que sea maravilloso el resultado. Esto también ayuda a crear relaciones de confianza y a la hora de que nuestro bebé nazca, lo más probable es que ya estemos más habituadas y será más fácil aprender a ser mamás. El desafío será menor y más placentero.
Otras de las buenas alternativas para crear las condiciones resilientes que necesitamos hoy y que podemos, en la medida de las posibilidades, prevenir: cuidar nuestra salud mental usando técnicas como el mindfulness, las afirmaciones; crear un mapa de nuestro embarazo para cargarnos de energía y nutrir nuestro corazón para tener muchos motivos para celebrar. Aceptar que estamos cansadas, que es difícil sobrellevar ciertos momentos, que crear comunidad en estas condiciones es complejo, es mejor que negar lo que está sucediendo.
Si estás pasando por un momento difícil, todo esto te ayudará a estar conectada con tus emociones y si logras pedir ayuda, probablemente la carga será menor y tendrás la oportunidad de crecer y tener a personas que estén acompañándote en el camino. Empezando por el bebé que tienes dentro de ti.
Quédate presente, no pienses en los días o semanas futuras. Parte tu día en momentos: hora por hora. Enfócate en lo que sí puedes controlar. Cuida mucho tu corazón y practica alguna de las sugerencias con tu bebé. Cada día respira y cuida tu corazón con todas tus fuerzas, repito. Vienen tiempos maravillosos.
Inspirado en: Ruth Oshikanlu, RN RM RSCPHN BSc MSc DUniv for “Attachment Begins in Utero: The Vital Role of Facilitating Parental-Foetal Bonding”! Conferencia GoldLearning, Febrero 2021.
Recurso útil: https://journals.rcni.com/nursing-standard/feature/babies-dont-come-with-an-instruction-manual-ns.35.10.99.s43/pdf