Por Karla Sotelo
Tengo una foto de ti,
Que beso cada noche antes de dormir
Y está media rota, ya se está borrando
Por tantas lágrimas que estoy derramando
Y es todo lo que me queda de tu amor
Sólo…Fotos y recuerdos.
-Selena-
Hoy hace 6 meses que mi mamá partió. Al principio todo fue muy sereno, no había drama, el dolor no me carcomió, toda la hermosa relación que ella y yo teníamos, atípica entre madre e hija, me reconfortaba como un bálsamo. “Nos amábamos mucho”, me reconfortaba pensando.
Pero ahora que ha pasado el tiempo el dolor cala cada vez más hondo, y me siento más huérfana cada día, siento que su imagen se desdibuja, que se borra, que se diluye en la nada…cada vez su presencia es más lejana.
Me dedico a la fotografía desde hace más de 10 años, y tuve la bendita precaución de, en esos años, documentar momentos ordinarios, en los que no se necesitaba una fiesta u ocasión especial para hacer fotos. Ratitos en la cocina de su casa, jugando con mis hijos, registrando como hacia su sueño realidad de construir una cabaña en la sierra, el profundo amor que existía entre ella y Blanquita, su hermana.
Todos esos momentos que comúnmente pasan desapercibidos para una cámara, pero que para mi, son la esencia de la vida, el día a día.
Los días como hoy, que la siento tan lejos, veo y re veo todas esas fotos, tan naturales, tan entrañables, y después de verlas la siento cerca, empiezo a traer de vuelta su voz, sus gestos, su amor.
Quisiera escucharla de nuevo, abrazarla, como nos pasa a todos los que hemos perdido a alguien amado. Y esas fotos me dan la oportunidad de volver a pasar por el corazón esos momentos. La Fotografía me ha dado enormes satisfacciones, pero ninguna como devolverme a mi mamá por pequeños instantes, y hacerme entender que no soy huérfana, que siempre estará en todas esas fotos y recuerdos.