Por Laura Prieto
Llegó la primavera, el primer verdor del año, donde los marrones del otoño se quedan atrás y salen los verdes brillantes de los nuevos brotes. En lo personal me llenan de esperanza, ver como cada año florece mi jardín, cada año, mas o menos en las mismas fechas mi jardín se llena de colores y cada flor, cada abeja es un festejo.
Y así como amo ver las flores, me encanta tatuarlas. Fue un gusto adquirido, un reto al principio, pero al estudiar cada forma, tono, color y textura, me sorprende ver que cómo lo orgánico deja fluir mi creatividad y así, cada pieza es única e irrepetible.
Yo llevo flores en mi brazo, para mi representan la vida, el renacer, tengo lotos, peonias y cherry blossom, las cherry anuncian el inicio de la primavera, el nuevo comienzo, luego se caen para dar lugar al fruto.
Las flores se pueden ver como una metáfora, porque están un momento y luego se van, quizá aquello a lo que más te aferras es lo que debes dejar ir para dejar llegar una nueva etapa, un nuevo trabajo, un nuevo lugar de residencia, el cambio es constante, es difícil, hay resistencia, pero esta ahí.
La primavera siempre trae esperanza, sol, calor, colores, todo brilla, es hermoso, llegan las abejas y las mariposas, los pájaros cantan mas fuerte y comienzan a anidar, las tortugas salen de sus madrigueras, es una nueva oportunidad de decir gracias por seguir aquí.
Tatúate la primavera, un recuerdo del ciclo de la vida, abejas, mariposas, colibríes, flores, son un recuerdo de que las cosas pasan de estar, vienen y se van, de principio a fin la vida continuará, y hoy estamos aquí, encerrados, pero vivos, podemos ver el sol, oler la primavera.
No estás sola.
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