Por Cristina Aguirre
Cuando quisimos cambiar a nuestros dos primeros hijos de la habitación nos fue fácil ya que lo hicimos al mismo tiempo (se llevan un año y medio de edad) y se hicieron compañía mutua. Pero no fue tan sencillo con nuestra hija más pequeña ya que su habitación era para ella solita.
En el artículo anterior, platicamos un poco sobre en qué consiste el Colecho, sus pros y contras.
Ahora, si tú lo practicas, te daré algunos tips para concluirlo de manera exitosa cuidando muchísimo el sentir de nuestros pequeños.
Ojo: Recordemos que lo que les puede resultar a algunos, puede ser que a otros no, “todo depende de los usos y costumbres de cada familia”.
Si les soy sincera, sufrió más el papá con esta decisión, mucho más que mi hija, mucho más que yo; creo que muy en el fondo ella ya necesitaba su propio espacio para dormir y yo una noche sin patadas.
¿Cuándo comienza el despegue?
Verán, la decisión de cambiarlos fue por recomendación de una persona especializada en educación infantil.
El motivo principal, es que cuando mamá y papá no son constantes en horarios de sueño o simplemente los movimientos y ruidos alrededor del pequeño; puede afectarles al momento de entrar en la escuela.
Es decir, mientras no tengan actividades no hay ningún problema, pero cuando comienzan en esta etapa de absorber y retener información escolar, es importante que estén descansados y con una rutina muy bien afianzada, para estar al cien por ciento con su capacidad de aprendizaje.
Con la chica, fue precisamente a los cuatro años cuando ella ya estaba en su habitación y claro, mentiría si les dijera, que ya nunca le permitimos regresar a recibir ese calorcito y apapacho de sus papás.
¿Cómo comenzarlo?
PREPARALO ES EL PASO MÁS IMPORTANTE
La naturaleza no se equivoca, nada es de trancazo. Así como la gestación es un proceso que lleva meses, la madre se va haciendo la idea de que pronto viene un bebe y su mismo cuerpo se va preparando para el proceso, así también es el despegue.
No es como que de pronto aparece un bebe en los brazos, ¡imagínense que shock!… lo mismo en cada proceso de aprendizaje… vamos poco a poco preparando a nuestro pequeño.
Aquí es muy importante el diálogo, pero sobre todo esa capacidad que tenemos los padres de persuasión con argumentos claros pero llenos de amor. Por ejemplo:
- Mi amor, veo que ya estas creciendo, sería bonito que tuvieras un lugar especialmente para ti (su futuro cuarto). Un lugar donde tengas tus cosas favoritas.
Cada uno conoce a su pequeño y sabe perfectamente que cosas podrían convencerlo para que el mismo vaya tomando esta decisión.
FAMILIARIZALO CON LA HABITACIÓN
(Algunos tips)
- Si duerme siestas, puedes comenzar intentando que las tome precisamente en esa habitación.
- Empieza a contarle en la noche los cuentos en ese lugar para que vaya reconociendo su cuarto de noche.
- Coloca los juguetes o los objetos con los que regularmente juegue ahí mismo para que comience a identificar más ese lugar especial.
- DECORALO y permite que te ayude a elegir ya sea color, o edredón o su lamparita de noche, cualquier cosa que el o ella sienta que fue parte del proceso de construcción de su nueva habitación.
ADAPTA EL CUARTO A SUS NECESIDADES
En lo personal, tenía miedo, mucho miedo que se levantara al baño y se metiera un tremendo chipotazo, así que decidí por el método Montessori (una cama a su altura) para que pudiera bajarse con facilidad ya sea al baño o por alguna pesadilla o cualquier situación que la obligara a levantarse de noche. (Esto lo hice con mis tres hijos y fue maravilloso ya que dormía con más tranquilidad).
- Deja el cuarto a media luz, que no haya objetos que despierte su imaginación y que pueda transitar sin problema.
- Incluso puedes demostrarle, que escuchas si te habla, para que sepa que en cualquier instante papa o mama estarán ahí.
- Deja prendida luz del baño o pasillo que vaya hacia tu habitación, por lo menos en lo que se acostumbra.
COMENZAMOS
(La recta final)
Después de un tiempo de preparación y dialogo, llego el día en que se cambiaría de cuarto, ese día le regale una almohada muy linda y la felicite por que comenzaba con este trayecto de ser una “niña grande”.
Esto fue el método que yo realice y espero de todo corazón que a ti te funcione:
Dormí con ella una semana, de la noche a la mañana.
La siguiente semana comencé a retirarme justo cuando ella estaba dormida profundamente. Etapa que también mereció una felicitación por parte de todos los miembros de la familia (incluyendo a los abuelitos).
¡Nada como el reconocimiento por un logro grande!
Al principio de pronto se levantaba en llanto a buscarnos pero simplemente la acompañaba a su cuarto y esperaba se durmiera de nuevo para regresarme.
Siempre con comentarios como:
-“Aquí estoy contigo mi amor, te escucho, puedes estar tranquila.”
Alrededor, de dos semanas fue el tiempo que ella ocupó para no regresar;
ES CANSADO: SI. Pero jamás permití que ninguno de ellos sintiera el despegue como un castigo o un distanciamiento entre ellos y nosotros. Por que finalmente, cada decisión y cada etapa que vivimos, la basamos en el amor.