Por Laura Prieto
Si la Lili de hace 30 años me viera seguramente me diría “¿Y no te regaña tu mamá por rayarte los brazos?” Porque cuando era niña mi mamá me regañaba si me rayaba el cuerpo.
De niña no me imaginaba tatuando, visualizaba ser algo más tradicional, abogada eso creía que sería, y la vida me hizo terminar dibujando en la piel todos los días. Más conectada a la infancia no podría estar. Antes de escribir empezamos a dibujar, es la primera forma pictografía que tenemos para comunicarnos.
Muchos de mis clientes y clientas traen a sus hijos a sus citas, mi estudio es kids friendly, y es grato y curioso escucharlos hablar de tatuaje. Hoy te cuento frases dichas por niños que han pasado por Lilo Tattoo.
“Dile a Lauda que no se salga de la daya” (Dile a Laura que no se salga de la raya)
“Dibujar es bien padre eso no es un trabajo”
“¿Eras la mejor dibujante del salón?
“¿Haces lo que mas te gusta y te pagan? ¡yo quiero un trabajo así cuando sea grande!”
“Cuando crezca me voy a tatuar un Pikachú”
“Yo creí que un señor gordo y de barba lleno de tatuajes te iba a tatuar”
“¿Para qué te lo haces si te duele?”
“¿Puede ir la señora a mi piñata a tatuarnos a mis amigas y a mí?”
“La miss tiene tres tatuajes, una flor, un pajarito y un nombre, pero siempre se los esconde y todos hacemos como que no los vemos”
“Estoy juntando las monedas del ratón de los dientes para regalarle un tatuaje a mi abuelita”
“Puedes inventar un cuento con tu nuevo tatuaje”
“Mamá, creí que ibas a llorar bien fuerte”
“No pensé que las tiendas de tatuajes eran así, creía que iba a ser un lugar negro, con música a todo volumen y motociclistas afuera”
“Yo no quiero un tatuaje, ya nací con uno” (Enseña un pequeño lunar).
“¡Woooo! ¡qué bonito! ¡yo quiero uno!”
“Para cuando quiera un tatuaje Laura va a estar bien viejilla”
Y así te puedo platicar muchas cosas que dicen los niños al momento de tatuar. Si tienes alguno en tu vida, escúchalo, es increíble ver el mundo a través de sus ojos, escuchar cómo rellenan lo que no saben con su imaginación. Escúchalo ahorita, cómo pronuncian las palabras, cómo hilan las ideas, es bueno reconectarnos con nosotros mismos pasando el tiempo con un niño.
¡Feliz día del niño y de la niña!
No estás sola.
