Por NES
Algunos consejos útiles sobre cómo hacer que se traguen ese medicamento.
Antes que nada sabemos que no es un placer luchar con un niño inquieto e inconsolable para que le des tres gotas de medicina. Pero cuando tu bebé está enfermo, los medicamentos son imprescindibles. Aquí te compartimos algunas técnicas efectivas, que nos han compartido nuestros farmacéuticos de cabecera, que pueden ayudarte a hacer esto un poco más fácil.
Asegúrate de medir la cantidad correcta. Los medicamentos de venta libre y recetados para bebés vienen en “gotas para bebés”, que generalmente se recetan en mililitros (ml) o centímetros cúbicos (cc), o en forma líquida o jarabe que se mide en cucharaditas (tsp). Para medir, usa el instrumento de dosificación que viene con el frasco o usa una de las herramientas disponibles en tu farmacia de preferencia.
Métodos de administración
Hay distintas formas de hacer que el medicamento entre por la garganta. Decidir cuál puede depender de la edad de tu bebé, su estilo de alimentación y el medicamento en sí.
Estas son las opciones:
- Una jeringa dosificadora: este método brinda mayor control. Inserta la jeringa entre la encía y la mejilla del bebé, lo que le dificultará escupir el líquido.
- El biberón de tu bebé: separa la mamila del biberón y déjelo chupar; luego usa una jeringa para rociar el medicamento en la mamila. A medida que el bebé succiona, tragará el líquido.
- Gotero para medicamentos: cuando uses un gotero para medicamentos, intenta que el bebé se siente con la cabeza inclinada hacia atrás para que el medicamento pueda pasar directamente por la garganta. Usa un asiento para bebés o sienta al bebé mayor en su cochecito o silla alta para que batalles menos.
- Cuchara: para los niños de 1 año o más, prueba con una cuchara medicinal de mango hueco. Sostén la cuchara hacia arriba para llenarla, luego inclínala hacia abajo y deja que tu hijo beba el medicamento del extremo de la cuchara.
Qué hacer y qué no hacer
Qué hacer
- Pregúntale a tu médico si el medicamento debe administrarse antes o después de las comidas y si es necesario refrigerarlo.
- Informa a tu médico si el bebé está tomando algún otro medicamento; mezclar ciertos medicamentos de venta libre con medicamentos recetados puede no ser seguro.
- Anota a qué hora administras los medicamentos para no confundirte.
Qué no hacer
- No “dupliques” la cantidad de medicamento si has omitido una dosis.
- Sáltalo y dale a tu bebé la cantidad habitual a la próxima hora programada.
- No guardes medicamentos en el baño; los cambios de temperatura y la humedad pueden afectar la estabilidad de un medicamento.
- Nunca le dés medicamentos al bebé sin antes consultar con su pediatra.
Si todo lo demás falla
¿Qué pasa si tu bebé simplemente no toma el medicamento? Estos son los siguientes pasos:
- Si tu bebé tiene más de un año, prueba esta posición: Coloca una jeringa llena con la cantidad correcta de medicamento en una mesa junto a ti. Sostén a tu hijo en el regazo, frente a ti, con las piernas a cada lado de su cuerpo, y recuéstalo sobre sus rodillas. Su cabeza debe caer sobre los extremos de sus rodillas, un poco más abajo que su cuerpo. Usa ambos brazos para apartarlos de ella y luego sosten su cabeza con una mano. Con la otra mano, inserta la jeringa entre la mejilla y los dientes y rocíe una pequeña cantidad del medicamento mientras le soplas suavemente la cara. Con la cabeza más baja que el cuerpo y la distracción de tu soplo, tenderá a tragar como reflejo. Continúa hasta que la jeringa esté vacía.
- Habla con tu doctor. El puede seleccionar una forma más concentrada del medicamento, por lo que deberás administrar menos dosis o cantidades más pequeñas cada vez. También puede intentar recetar medicamentos de mejor sabor.
- Mezcle el medicamento con jugo o comida. Pero primero pregúntele a su médico si está bien; algunos medicamentos pierden su potencia cuando se combinan con alimentos. Usa solo una pequeña cantidad de puré de manzana o jugo de uva para asegurarte de que tu hijo haya consumido todo el medicamento.
- Si tiene la edad suficiente para hablar, dale a tu hijo la opción de elegir cómo quiere tomar su medicamento. Puede coger un gotero, una cuchara o una taza para medicamentos. A veces, tener un poco de control hace que los niños sean más cooperativos.
Todo el contenido aquí, debe considerarse solo como una opinión. Busca siempre el consejo directo de tu propio médico en relación con cualquier pregunta o problema que pueda tener con respecto a su propia salud o la salud de los demás.
