Por Sandra Machuca
Maverique es un término que define la identidad de género que se caracteriza por la autonomía y convicción de sentirse a sí mismo completamente independiente de la masculinidad, la femineidad; y lo neutro; y de cualquier género que se derive de estos. Es una identidad independiente del género binario.
La palabra maverique fue creada por Vesper H., creador del blog “Queer as Cat” en 2014 y se compone del vocablo inglés “maverick” que significa persona que actúa y piensa de manera independiente; y el sufijo francés “ique” que le otorga las categorías de sustantivo y adjetivo.
El movimiento maverique; al igual que el lgbt tiene sus propios colores representativos. El amarillo, que al ser un color que no puede obtenerse de la combinación del resto de los colores primarios; magenta y azul, hace una analogía perfecta para la disociación de lo femenino y masculino respectivamente. El amarillo también suele asociarse con el género no binario. El blanco representa autonomía e independencia de los seguidores de este movimiento para adaptar su propia identidad. El color naranja, representa la fuerte convicción interior que sienten los maveriques con respecto a su propio género; y la naturaleza individualista de este.
La identidad de género es la manera en la que una persona experimenta internamente su género; no se da por hecho que se asume por la anatomía o apariencia, las reglas establecidas por la sociedad o los estereotipos puesto que la identidad se desarrolla y construye con el tiempo. Es importante aclarar que la definición de identidad hace referencia a las características que hacen singular a una persona respecto a los demás y al mismo tiempo la identifican como parte de un grupo con el que comparte estos aspectos.
Definirse como maverique va más allá de las etiquetas convencionales de ser o no binario; es adentrarse en un contexto de multiplicidades de ser; esto, aquello, todo y nada a la vez. Citando a la artista noruega-argelina Bournane Engelberth, en su trabajo Outside the Binary, resulta interesante la propuesta que hace al replantearse la pregunta ¿qué eres? por ¿cómo eres?Tomando en cuenta que el género es una construcción social ¿no resulta ya limitante dividirlo en solo dos categorías únicamente por cuestiones anatómicas? ¿el género y nuestra orientación sexual nos define como personas? Resulta irrelevante la asignación de un género para conocer las cualidades de los demás y fomentar la interacción con otros.